Las islas son un ejemplo claro de la buena ciencia. En las Canarias, las iniciales “I” más “D”, más “i” se llevan por bandera. Tanto el sector público como el privado, sin olvidar la socialización de la ciencia, tienen un ejemplo vivo y creciente.
La humanidad se ha enfrentado numerosas veces a epidemias terribles, capaces de acabar con millones de personas. Ni las películas más cruentas de ciencia ficción son capaces de hacerse eco de la enorme tragedia a la que nos hemos enfrentado a lo largo de nuestra historia.
Vivimos en un mundo afectado por numerosas cuestiones ecológicas. En este complicado panorama, somos conscientes del impacto que genera la actividad humana. En concreto, el relacionado con el plástico. Este material lo ha inundado todo en apenas unas décadas.
El pasado 11 de noviembre vivimos un pequeño pero magnífico espectáculo: el tránsito de Mercurio.Este fenómeno no ocurre de forma habitual. Es más, su aparición obedece a reglas astronómicas más o menos complejas.
"La Organización Mundial de la Salud tiene claro, desde hace mucho tiempo, que la contaminación atmosférica supone un grave problema para la población. "Cuanto más bajos sean los niveles de contaminación del aire mejor será la salud cardiovascular y respiratoria ".
Llamamos ser vivo a un organismo que está formado por un conjunto de materia organizada en un sistema (más o menos) complejo. De manera clásica, decimos que los seres vivos se identifican porque pueden relacionarse con el medio, nutrirse y reproducirse.