La buena ciencia canaria
Las islas son un ejemplo claro de la buena ciencia. En las Canarias, las iniciales “I” más “D” más “i” se llevan por bandera. Tanto el sector público como el privado, sin olvidar la socialización de la ciencia, tienen un ejemplo vivo y creciente.
Canarias es un ejemplo para todos de investigación y de la aplicación de esta investigación. Los modelos de negocio asociados muestran cómo puede perpetuarse la investigación demostrando un impacto positivo en la sociedad, mejorándola. La divulgación no se queda corta, tal y como hemos podido ver recientemente durante las Semanas de la Ciencia y la Innovación en Canarias. La buena ciencia canaria es un referente que se ha trabajado desde siempre.
Canarias y su ciencia, una larga historia
El interés y el desarrollo científico en Canarias se remonta al siglo de la Ilustración, como en otros puntos de España, o puede que antes. A diferencia de otras iniciativas, sus peculiaridades naturales impulsaron el genuino interés de naturalistas y botánicos, como Viera y Clavijo, y a astrónomos como Charles Piazzi Smyth, que apreciaban el increíble cielo que los volcanes de las islas ofrecían.
De la "Casa Amarilla" a las gavias, pasando por sus parques regionales e iniciativas científicas, la historia de Canarias está marcada de forma indisoluta por el interés científico. Figuras tan importantes como la de Antonio González, el químico canario que estuvo nominado tres veces al Nobel, o Blas Cabrera, el gran referente de la Física que nació en Lanzarote , son solo algunas de las huellas que la ciencia ha dejado en la historia de las islas.
La ciencia canaria, más viva que nunca
Actualmente, según el Instituto Canario de Estadística, el ISTAC, Canarias cuenta con decenas de institutos tecnológicos, entidades dedicadas a la investigación y el desarrollo y proyectos que enlazan la empresa con el sector público. Desde el Instituto de Astrofísica de Canarias al Instituto Tecnológico de Canarias, pasando por la Plataforma Oceánica de Canarias, o el Instituto Tecnológico y de Energías Renovables, los centros investigadores son muchos, adscritos a las universidades y otras instituciones, o impulsados por el Gobierno de Canarias desde la Agencia Canaria de Investigación Innovación y Sociedad de la Información.
Cientos de grupos de investigación canarios son los que trabajan en colaboración con los centros tecnológicos asociados. Fruto de sus trabajos surgen ideas únicas, como convertir "La Graciosa" en la primera isla energéticamente autosuficiente, unir las microálgas con la ultraconexión que ofrece el IoT o utilizar la química para velar por un aire más sano en nuestras ciudades. Las energías renovables tienen una especial relevancia en Canarias, y los trabajos realizados en instalaciones como la PLOCAN son únicos en el mundo. Y no es de extrañar, ya que las islas son un laboratorio natural para estudiarlas.
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Otro de los puntos distinguidos en el I+D+i de las islas es todo lo referente a la biodiversidad, especialmente rica en endemismos por su inusual situación. Así, las investigaciones en las islas han llevado a crear figuras legales únicas en el mundo. Canarias también ha sido pionera entendiendo especies marinas y protegiéndolas. En definitiva, la ciencia que se produce actualmente en Canarias es mucha y muy "potente". Tiene calado internacional y en muchos ámbitos, más allá de la conocida astrofísica (de la que el IAC es un referente mundial).
La cultura y la divulgación canaria también son un referente
Las más de 300 actividades que se han celebrado en noviembre en las Semanas de la Ciencia y la Innovación en Canarias, una iniciativa del Gobierno de Canarias que organiza a través de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información, demuestran que no solo la investigación es digna de loa en las islas.
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Los esfuerzos por hacer llegar la ciencia a la sociedad, que esta sea capaz de entender sus entresijos y razones, son enormes. Sobra decir que están dando sus frutos. Una media de 50.000 personas al año recorren los talleres y eventos realizados en las semanas de noviembre, disfrutando de lo que científicos y comunicadores tienen que contarle a la sociedad. Hablando de comunicadores, la sociedad canaria no se queda corta en estos. Un buen número de expertos en divulgación proceden de las islas. Sus proyectos particulares son el mejor referente de éxito y pasión por la divulgación científica.
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Por si todo esto fuera poco, la cantidad de literatura científica, tanto digital como en papel, que surge para dar a conocer tamaña cantidad de ciencia canaria, es abrumadora. Este texto es una pequeña muestra de ello. En definitiva, la ciencia de las islas, la buena ciencia canaria, está más viva que nunca y sigue dando unos frutos increíbles. Frutos de los que sus vecinos, pero también el resto de la sociedad, puede disfrutar.