Océano. Fuente: PxHere

Uno de los peligros del cambio climático está en la acidificación de los mares. Esta ocurre debido a que cada vez producimos más CO2 y, además, cada vez se calienta más la Tierra. ¿Qué impacto supone para la naturaleza?

Por: Santiago Campillo

Océano. Fuente: WikimediaEl 70% de la superficie de la Tierra es agua. Los océanos sirven como una especie de regulador ambiental gigantesco: absorben y transportan calor, alimentan el movimiento de las masas de aire y atrapan el dióxido de carbono de la atmósfera. En los últimos cien años, sin embargo, la cantidad de CO2 se ha disparado.

Esto está provocando un aumento enorme en su absorción y los mares se están volviendo cada vez más ácidos. Las consecuencias pueden ser devastadoras. Un equipo de la Universidad de La Laguna está estudiando en Fuencaliente, La Palma, qué ocurre con los océanos y qué podemos hacer para mitigar este problema.

¿Qué pasa con el océano?

Cuanto mayor es la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera, más gas es absorbido por el mar

El mecanismo es relativamente sencillo: el CO2 disponible en el aire se disuelve en el agua de forma natural. Cuanto mayor es la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera, más gas es absorbido por el mar. Esto forma parte del ciclo natural del carbono, que mantiene el equilibrio de flujos entre los océanos, la biosfera terrestre y la atmósfera.

En el agua, el dióxido de carbono se disuelve y forma otras especies químicas debido a la interacción con las propias moléculas de agua y otras sustancias. Estas especies químicas son el ácido carbónico, el bicarbonato y el carbonato. Dependiendo de la temperatura y las sales disueltas, el ácido carbónico "suelta" más hidrogeniones, moléculas de hidrógeno libres y con carga positiva (H+) que acidifican el mar.

Ciclo del carbonato. Fuente: WikimediaUn medio es ácido o básico dependiendo de la concentración de estos hidrogeniones. Estas moléculas tienen una gran capacidad de reaccionar con el resto de sustancias de su alrededor. Al reaccionar, cambian a otras especies químicas convirtiéndolas en otras distintas. Cuantas más hay disueltas, más ácido es el medio y, por tanto, más moléculas reaccionan y de una forma más agresiva.

Cuanto más dióxido de carbono se disuelve, más ácido carbónico hay en el agua. Pero al aumentar la temperatura, este ácido carbónico suelta los hidrogeniones, de manera que aumenta su concentración y la acidez del océano.

En 1700 el pH era de 8,179, y ahora es de 8,104, lo que quiere decir que se está volviendo más ácido

Los medios más ácidos tienen un pH más bajo. El pH es una cifra que sirve para medir la concentración de hidrogeniones en el agua. El pH va desde 0 a 14, siendo el 7 lo que consideramos pH neutro. Lo llamamos así porque es la concentración normal del agua. El agua de mar está aproximadamente a un pH de 8,104, lo que es ligeramente básico.

Sin embargo, en 1700 el pH era de 8,179, lo que quiere decir que se está volviendo más ácido. Puede que la cifra parezca pequeña, pero si tenemos en cuenta que hablamos de todo el océano, la concentración de hidrogeniones que hacen falta para cambiar esta cifra es inmensa. ¿Y por qué se está acidificando? La mayor emisión de gases de efecto invernadero unido al aumento de temperaturas propias del cambio climático están detrás del fenómeno. Y lo peor de todo es que esto está teniendo unas consecuencias devastadoras para los animales.

Una extinción masiva en el mar

Corales. Fuente: WikimediaEl ecosistema marino es mucho más delicado de lo que parece. En realidad, cualquiera lo es. Un cambio en uno de los patrones puede alterar por completo el ecosistema, desembocando en una extinción. De hecho, eso mismo está ocurriendo en los océanos. La acidificación del mar está "envenenando" a muchas de las especies más delicadas.

Especialmente grave es el efecto que está teniendo en los corales y moluscos calcáreos. Con el descenso en el pH, sus estructuras vitales, que están formadas por carbonato cálcico principalmente, se debilitan y disuelven. También está alterando la delicada relación entre simbiontes. Así, comienzan a morir, haciendo que desaparezcan millones de animales.

Y no solo mueren estos animales, sino que el impacto afecta a todos los de su alrededor. Muchos perderán su sustento, otros la protección que les ofrecían sus estructuras. En general el ecosistema completo vive una grave pérdida que puede convertirse en una extinción masiva.

Por desgracia, esto ya lo estamos viviendo. El deterioro marino está comenzando a ser una cuestión que provoca alarma entre los científicos. Por supuesto, esto no se debe solo a la acidificación de los mares. El aumento de temperaturas, la contaminación y la sobreexplotación son también causas mayoritarias que están poniendo en peligro los océanos.

Fuencaliente: un laboratorio natural

Para poder entender mejor el problema de la acidificación, el grupo de investigación de Comunidades Marinas y Cambio Climático de la Universidad de La Laguna está trabajando en las aguas canarias aprovechando un entorno muy especial: Fuencaliente. Esta localidad, perteneciente a la provincia de Santa Cruz de Tenerife, está situada al sur de La Palma.

Hacer experimentos en un laboratorio es importantísimo, pero muchas veces no se obtienen los resultados adecuados ya que el entorno es artificial

Bajo ella se encuentran grandes depósitos volcánicos. De estas grandes cámaras sale mucho CO2 que va a parar al mar. A este proceso se le conoce como desgasificación y es vital para la investigación de este equipo. En estos lugares especiales, llamado surgencias, el ambiente es más ácido que en otros puntos del océano debido a la alta concentración de CO2.

Hacer experimentos en un laboratorio es importantísimo, pero muchas veces no se obtienen los resultados adecuados ya que el entorno es artificial. Sin embargo, en lugares como Fuencaliente los científicos pueden realizar sus experimentos directamente sobre el terreno en un simulador casi perfecto. En definitiva, este es un laboratorio natural en el que obtener resultados más adecuados y fiables.

La surgencia de Fuencaliente es uno de los pocos lugares en el mundo para hacer este tipo de investigaciones, y fue descubierta en 2016 por los miembros de la Universidad de La Laguna. Con los resultados esperamos comprender mejor el impacto que tendrá la acidificación de los mares en la vida. Solo así podremos prevenir y mitigar los efectos perniciosos que el cambio climático tendrá sobre el planeta.

 

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