Cetáceos. Fuente: Unsplash

CanBio, un proyecto pionero para conocer la salud del mar

A medida que el cambio climático avanza, los mares sufren más y más. Para poder poner medidas que retrasen las peores manifestaciones del calentamiento global es necesario conocer la situación actual de los mismos. Pero el mar es enorme, y los factores que nos hablan de su salud se cuentan por cientos. ¿Cómo podemos evaluar con precisión su estado?Aquí es donde entra CanBIO, un proyecto impulsado por el Gobierno de Canarias, en coordinación con la Consejería de Medio Ambiente, Lucha Contra el Cambio Climático, Economía circular e I+D+I del Cabildo de Fuerteventura. Este es parte de un acuerdo de colaboración pública y privada, cofinanciado con más de dos millones de euros por Loro Parque y el Gobierno de Canarias, cuya investigación está coordinada por Loro Parque Fundación en colaboración con la ONG Avanfuer y con numerosos equipos procedentes de La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y la Universidad de La Laguna (ULL).

 

Un termómetro para medir "la salud" del mar

Mar. Fuente: UnsplashCanBIO es un proyecto que nace con el objetivo de preservar los ecosistemas marinos. En él participan diferentes grupos de investigación de la Universidad tanto de la ULPGC como de la ULL. Con tal fin, CanBIO estudia el cambio climático en el mar y la acidificación oceánica y sus efectos en la biodiversidad marina de Canarias y la Macaronesia, especialmente sobre los cetáceos, tortugas marinas, tiburones y rayas.

Semejante "termómetro" necesita de varias y sofisticadas partes. Por ello, la iniciativa cuenta con cinco subproyectos. Entre ellos se encuentran BioMAR, que está destinado a la monitorización de especies marinas críticamente amenazadas o altamente sensibles a los efectos del cambio climático; BioACU, que se encarga de monitorizar la biodiversidad marina mediante marcas acústicas; CanOA, que mide la acidificación oceánica en la región canaria, concretamente; BuoyPAM, que realiza una monitorización acústica pasiva en boyas oceanográficas; y MacPAM, que monitoriza de manera acústica pasiva en toda la zona de la Macaronesia.

 

  • Evaluar con precisión el estado de “salud” del mar necesita de varias y sofisticadas partes. Por ello, la iniciativa cuenta con cinco subproyectos

 

Con todo este despliegue de acciones y tecnología, CanBIO encara tres problemas ambientales fundamentales. El primero de ellos consiste en conocer la absorción de dióxido de carbono del océano, y cómo cambia este según aumenta la temperatura y la acidificación oceánica. El segundo se refiere al ambiente acústico, el ruido submarino y sus efectos en la fauna. Como ya hemos visto en otras ocasiones, la contaminación acústica puede suponer un problema muy grave para diversas especies de cetáceos, pero es necesario hacer un "mapa" de dicha contaminación.

 

  • CanBIO encara tres problemas ambientales fundamentales: la acidificación, la contaminación acústica y la pérdida de biodiversidad

 

En tercer lugar, la pérdida de biodiversidad marina es un hecho observado desde hace décadas y que es necesario entender mejor. CanBIO también analizará a medio y largo plazo cómo avanza la alteración de ecosistemas y la desaparición de especies que conlleva. Con estos tres puntos, interconectados entre sí, y gracias al trabajo de los diversos equipos, CanBIO pretende situar al archipiélago canario en una región pionera en el estudio, control y mitigación del impacto de algunos de los peores problemas que sufren los mares ahora mismo.

 

Robots autónomos, boyas, voluntariado y mucho más

BioACU. Fuente: CanBIOPara poder llevar a cabo su ambicioso plan de monitorización, CanBIO requiere la sincronización informativa de los diversos subproyectos que, a su vez, son insignes en sí mismos. Y, para que puedan llegar a buen puerto, los subproyectos de CanBIO despliegan todo tipo de artilugios y técnicas punteras. Así, en BioACU-MacPAM trabajan en el desarrollo de un sistema de monitorización acústica pasiva de diseño abierto y bajo consumo encabezado por gliders, o planeadores submarinos, autónomos. Estos robots generan mapas de ruido marino, ambiente acústico y presencia de cetáceos en ámbitos extensos de la Macaronesia, al que se le unirá un velero autónomo con la misma finalidad. Este proyecto será complementado con BuoyPAM, boyas encargadas de medir la contaminación acústica en puntos concretos y estáticos.

Por su parte, CanOA cuenta con el equipo de investigación QUIMA, de la Universidad de la ULPGC, que ha puesto en marcha una red de medición de dióxido de carbono. Los datos son recogidos gracias a la colaboración del buque Renate P, que mide el CO2 en un recorrido que va desde Canarias hasta Barcelona. También gracias al barco Benchijigua Express, que también recoge datos en los diversos trayectos que realiza entre Tenerife, La Gomera y La Palma. Esta información se complementa con sistemas implementados en boyas que trabajan en un punto fijo y envían datos a diario a los investigadores de la ULPGC. Esta singular colaboración es una interesante muestra de trabajo conjunto científico entre voluntarios privados y la universidad.

En el caso de la monitorización de la biodiversidad, CanBIO cuenta con varios programas de voluntariado que monitorizarán el estado de salud de varias especies amenazadas, englobados en BioMAR. TORTUGAS, por ejemplo, es un voluntariado para el seguimiento de rastros de tortuga, identificación de nidos y eliminación de basura plástica en las playas con potencial de anidación de tortugas marinas. ANGELOTES, por su parte, es un programa de seguimiento detallado de los movimientos de los angelotes en Gran Canaria y Tenerife, y MANTELINA consiste en un estudio biológico de la mantelina (Gymnura altavela) en el archipiélago canario.

 

  • CanBIO es una iniciativa público-privada de grandes proporciones, cofinanciada entre el Gobierno de Canarias y Fundación Loro Parque, y que cuenta con la colaboración de diferentes grupos de investigación de la Universidad de La Laguna y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, así como de las ONG Elasmocan y AVANFUER

 

Para completar todo el conjunto que ofrece CanBIO, el subproyecto BIOECOMAC analizará la existencia y situación de refugios climáticos en la isla de Tenerife, pensando, incluso, en su posible restauración, mantenimiento y mejora. En definitiva, CanBIO es una iniciativa público-privada de grandes proporciones, cofinanciada entre el Gobierno de Canarias y Fundación Loro Parque, y que cuenta con la colaboración de diferentes grupos de investigación de la Universidad de La Laguna y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, así como de las ONG Elasmocan y AVANFUER, además de ser única en su especie.

 

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