El enemigo número 1 de las redes de saneamiento.
Las toallitas húmedas o desechables, que son un elemento de confort de uso diario y que llevamos usando desde años, están generando muchos problemas en las estaciones de depuración de aguas residuales, convirtiéndose en el ‘enemigo número 1’ de las grandes ciudades. Las toallitas deben ir a la papelera, aunque en las indicaciones del producto se indica que pueden ser arrojadas al wáter.

Hay que tener en cuenta que este tipo de toallitas húmedas son una mezcla de fibras sintéticas que no se descompone con facilidad, genera unas tremendas bolas y cantidades de hebras que se acumulan con otras suciedades y enredan muchísimo.Todo lo contrario que ocurre con el papel convencional, realizado a base de celulosa pura.
Otro de los problemas que origina el uso masivo de las toallitas es en las estaciones de depuración de aguas residuales a las que llegan dichas toallitas deshilachadas, pudiendo incluso estropear la maquinaria que interviene en el proceso de depuración.
Independientemente de los problemas de atascos, estas toallitas suelen estar impregnadas de jabones o cremas que contaminan el agua y que pueden ser nocivos para el medioambiente.
Con un gesto tan sencillo como arrojar las toallitas a la papelera evitamos atascos en acometidas domiciliarias y redes, que la maquinaria implicada en la depuración se dañe, y al mismo tiempo, ahorramos agua y contribuimos con la conservación del medioambiente.
No tires al inodoro ni a los desagües cosas que deberías sacar a la basura o a una papelera.
