Este lunes 20 de mayo arranca el festival internacional de divulgación científica Pint of Science en 73 ciudades de toda España. El programa de Pint of Science 2019 en Gran Canaria se celebra con un evento en el Restaurante Terraza Elder situado en el Parque de Santa Catalina junto al Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología. Las charlas de este primer día llevan el título ‘Estrellas y civilizaciones’.
Comienzan con la ponencia de Héctor Socas-Navarro, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias, titulada ‘La búsqueda de vida extraterrestre’:
Los científicos esperan que en las próximas décadas podamos por fin detectar vida en otros planetas, cumpliendo uno de los grandes anhelos de la humanidad. Encontrar vida inteligente parece una posibilidad mucho más lejana, pero también se está intentando porque las incertidumbres son muy grandes. En esta charla se hace un repaso por las últimas investigaciones que se están haciendo en los campos de astrobiología y SETI y los proyectos existentes para el futuro cercano.
A continuación, Jaime R. Ticay Ribas, de la Fundación Canaria Observatorio Temisas, presentará el taller ‘Siguiendo los pasos de Galileo’:
En enero de 1610, Galileo apuntó su nuevo telescopio a Júpiter y descubrió que tenía cuatro lunas a su alrededor. Estas fueron las primeras lunas encontradas en otro mundo y los primeros cuerpos, sin duda, orbitando a otro. En este taller se pone en práctica el método científico y replicaremos, de forma simplificada, las observaciones pioneras de Galileo sobre las lunas de Júpiter.
Finalmente, para cerrar el día, será el turno de Juan Antonio Belmonte, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias, con ‘Sobre el origen de los “guanches”: la sinergia entre epigrafía, genética y astronomía’:
El origen de las poblaciones que se establecieron antiguamente en el Archipiélago Canario genera muchas dudas. ¿Cuándo llegaron? ¿Cómo vinieron? ¿Los trajeron? De ser así: ¿Quiénes? ¿De dónde? ¿Qué bagaje cultural traían? En esta charla se discuten las pruebas ofrecidas por la epigrafía y la genética que permiten vislumbrar una respuesta bastante razonable a la mayoría de esas preguntas. Y como corolario, se centra en los conocimientos que se pueden rastrear en su hipotético lugar de procedencia o, por el contrario, que tuvieron una génesis autóctona.