¿Conoces los parques y reservas de Canarias? Las islas contienen siete de las cuarenta y ocho reservas de la biosfera otorgadas por la UNESCO al territorio español. ¿Qué tienen de especial? ¿Cómo se organizan? ¿Y dónde podemos encontrarlas?

Por: Santiago Campillo

De las cuarenta y ocho reservas de la biosfera existentes en España, Canarias cuenta con siete, nada menos, repartidas por todo el territorio de las islas. Estos espacios, declarados por la UNESCO, determinan lugares y entornos de especial interés ecológico y natural y sirven para proteger una pequeña porción de un paisaje único. ¿Cuáles son las reservas canarias y qué esconden?

De espacio natural a reserva de la biosfera

Para que un espacio natural sea seleccionado para ser reserva de la biosfera tiene que poseer un interés científico y cumplir con una serie de requisitos.

A diferencia de otros tipos de figuras legislativas, las reservas de la biosfera determinadas por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación de la Ciencia y la Cultura, la UNESCO, determina estas áreas como zonas compuestas por ecosistemas terrestres, marinos y costeros, de especial interés ecológico y en las que se fomentan soluciones para conciliar la conservación de la biodiversidad con su uso sostenible, el desarrollo económico, la investigación y la educación.

Todas las áreas están reconocidas por el Programa sobre el Hombre y la Biosfera de la UNESCO aunque no están cubiertas ni protegidas por ningún tratado internacional, sino por las leyes nacionales de cada país. Para que un espacio natural sea seleccionado para ser reserva de la biosfera tiene que poseer un interés científico y cumplir con una serie de requisitos.

Las reservas de la biosfera se distinguen en tres tipos, según las zonas interrelacionadas entre sí: la zona núcleo, la zona tampón y la zona de transición.

 

La función de estos espacios, además de la conservación y protección de la biodiversidad, es también la de potenciar el desarrollo económico y humano de estas zonas. Otros aspectos importantes de las reservas de la biosfera son la investigación, la educación y el intercambio de información entre las diferentes reservas, que forman una red mundial. Por todo ello, estas reservas son de un valor incalculable en muchísimos sentidos.

Las reservas de la biosfera se distinguen en tres tipos, según las zonas interrelacionadas entre sí. La primera es la zona núcleo, compuesta por un ecosistema protegido estrictamente, y que contribuye a la conservación de los paisajes, ecosistemas, especies y variaciones genéticas. La zona tampón rodea al núcleo y es menos restrictiva en cuanto a lo que se puede hacer en ellas.Por ejemplo, en esta zona se pueden realizar actividades como la educación ambiental, la recreación, el turismo ecológico y la investigación aplicada y básica. Por último, la zona de transición es la franja de la reserva donde se autoriza un mayor número de actividades para promover un desarrollo económico y humano sostenible desde los puntos de vista sociales y se considerada una zona de uso múltiple.

¿Conoces las reservas de la biosfera canarias?

El Gobierno de Canarias tiene un espacio especialmente dedicado a referenciar y reseñar las reservas de la biosfera en Canarias. Cada una de estas zonas tiene una extensión, un uso y una naturaleza distinta. Todas han sido seleccionadas según el criterio de la UNESCO pero esto no les resta heterogeneidad y diversidad.

La isla de La Palma fue la primera entre las islas canarias en contar con una reserva de la biosfera.

Allá por 1983, la isla de La Palma fue la primera entre las islas canarias en contar con una reserva de la biosfera. Hasta 511 hectáreas de la finca "El Canal y Los Tiles" forman parte de la Reserva Natural Integral del Pinar de Garafía, uno de los mejor conservados de Canarias. Su flora cuenta con algunos componentes endémicos y en peligro, como el tajinaste (Echium gentianoides) o el Sauco (Sambucus palmensis). En conjunto, esta reserva constituye un paisaje de sierra de gran belleza e interés ecológico, cuyo aislamiento ha contribuido a su conservación.

En 1993, Lanzarote fue declarada, con todos sus núcleos poblacionales, reserva de la biosfera por la UNESCO. La importante diversidad de especies endémicas, tanto de flora como de fauna, unido a la singularidad de sus ecosistemas y la belleza de sus paisajes, motivan a que el 41,6% de la superficie de esta isla esté al amparo de alguna categoría de la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos de Canarias.

 

En el año 2000, el Hierro también pasó a añadir 29.600 hectáreas a la Reserva de la Biosfera Canaria, incluyendo un el Observatorio de El Hierro, cuya misión es aportar información disponible y ponerla a disposición de la sociedad, con el fin de contribuir a la mejora en los procesos de toma de decisiones, la participación pública, la educación y la contribución efectiva de la comunidad científica a los retos emergentes en relación al desarrollo sostenible, la conservación de la biodiversidad y el patrimonio cultural.

En 2005 la Unesco otorgó a Gran Canaria el sello de reserva de la biosfera. Casi la mitad del espacio geográfico de Gran Canaria ha quedado incluido, abarcando seis núcleos de población rurales, vinculados a actividades tradicionales.

La isla de Fuerteventura, con 1.660 kilómetros cuadrados, es la segunda en tamaño en el ámbito de los archipiélagos de la Macaronesia. También es una de las islas con más superficie amparada bajo la reserva de la biosfera. Fuerteventura presenta una alta tasa de endemismos, entre los que destacan las poblaciones de hubara canaria, la avutarda y de guirre, el alimoche, que son únicas en Canarias.

En 2012, la isla de La Gomera fue declarada reserva de la biosfera por el Consejo Internacional de Coordinación del Programa MAB, que determina las reservas de la biosfera. La Gomera cuenta con gran cantidad de especies endémicas, buena parte de las cuales se encuentran en la zona central y más alta de la isla, donde se produce la condensación del mar de nubes. Esta zona está ocupada por una de las más interesantes y mejor conservadas manifestaciones de laurisilva de toda Canarias: el Parque Nacional de Garajonay, reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad por sus excepcionales valores naturales.

Por último, pero no menos importante, en 2015 se declaró al Macizo de Anaga, en Tenerife, como la última de las reservas de la biosfera canarias. De este macizo destacan su riqueza vegetal y animal, así como la integración agrícola tradicional y respetuosa con el medio ambiente. Sin embargo, son los invertebrados los auténticos protagonistas de este espacio, con un total de 1.910 especies analizadas, de las cuales 512 viven exclusivamente en Canarias, unas 329 son endémicas de la isla y 95 son exclusivas de esta zona de Tenerife.

 

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