Basura tecnológica: cómo cambiar el mundo

Hace un tiempo hablamos de la basura electrónica, un mal que acecha al mundo y que es muy difícil de afrontar. Pero eso no quiere decir que no se pueda hacer nada para solucionarlo. El esfuerzo conjunto de la ciudadanía y las fuentes oficiales puede ayudar a mitigar este problema social acuciante. ¿Cómo podemos cambiar el mundo?

 

El ciudadano y la basura tecnológica

Como ya contamos, la basura electrónica, los residuos originados a partir de electrodomésticos y tecnología, supone un serio problema de contaminación y una amenaza para la salud. El primer punto para el cambio pasa, sin duda alguna, por la ciudadanía. Según los datos, en España, cada persona genera unos 20 kilos de residuos electrónicos al año, y solo cinco de ellos se reciclan.

En vistas a estas cifras, la medida más inmediata que cualquier ciudadano tiene a su disposición consiste en reducir esta carga de basura electrónica. ¿Cómo? Es relativamente sencillo. En primer lugar, hay que aprender a ser responsables con el consumo electrónico: ¿realmente nos hace falta ese gadget? ¿Vamos a regalar un dispositivo que sabemos con casi total seguridad que no se utilizará? ¿Estamos forzándonos a usar una herramienta innecesaria?

 

  • ¿Realmente nos hace falta ese gadget? ¿Vamos a regalar un dispositivo que sabemos con casi total seguridad que no se utilizará? ¿Estamos forzándonos a usar una herramienta innecesaria?

 

En segundo lugar, siempre podemos dar una segunda vida electrónica. Esto puede ocurrir de varias maneras. Una de ella es regalando nuestro dispositivo a un familiar o amigo que lo necesite. Tal vez alguien se ha quedado sin teléfono móvil, o puede que un amigo necesite un viejo microondas para su oficina... También se pueden vender en mercados de segunda mano o, incluso, donar a ONG especializadas en este tipo de dispositivos.

Otra opción para darle una segunda vida electrónica es encontrarle otra función. Por ejemplo, un viejo móvil puede servirnos para hablar por teléfono sin miedo a que se estropee cuando salimos a la montaña; un viejo ordenador puede servir como una centralita multimedia en casa, etc. Por otro lado, además de responsabilizarnos y reducir la producción de basura tecnológica, el siguiente punto es aumentar la cantidad reciclada.

 

Cómo reciclar la basura electrónica

Es imprescindible tener en cuenta el papel del ciudadano y ciudadana en este proceso. Sin la actitud y el conocimiento, así como los recursos dispuestos por el gobierno local, es imposible reciclar adecuadamente la basura tecnológica. Esto se debe a que esta no se procesa de forma normal mediante los puntos de recogida de basura tradicionales.

La basura electrónica contiene componentes especiales no procesables en una planta común dentro de la línea de tratamiento de basuras general. Algunos de estos componentes deben recuperarse de manera especial por la dificultad que conlleva su extracción o por la peligrosidad para la salud de los mismos.

Por esto mismo, insistimos, no se deben arrojar elementos propios de la basura tecnológica (electrodomésticos, móviles, gadgets o, incluso, pilas y baterías, bombillas...) a los contenedores. En vez de eso, deben ir a los puntos limpios. Existen numerosos puntos limpios en Gran Canaria, Tenerife, La Gomera, El Hierro, Fuerteventura, Lanzarote y La Palma.

 

  • Existen también puntos de recogida específicos para la basura tecnológica de pequeño tamaño, o teléfonos para solicitar la recogida de electrodomésticos más grandes.

 

Además, existen también puntos de recogida específicos para la basura tecnológica de pequeño tamaño, o teléfonos para solicitar la recogida de electrodomésticos más grandes. Toda esta infraestructura trabaja en conjunto para poder asegurar la correcta retirada y el posterior reciclaje de este tipo de basuras. Los ciudadanos y ciudadanas pueden poner su granito de arena aprendiendo dónde y cómo deben deshacerse de la tecnología que no necesitan con apenas una llamada telefónica.

 

La economía circular, una medida, una moda y una solución

Se conoce como economía circular a un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible. Esto sirve para crear valor añadido, extendiendo el ciclo de vida de los productos.

 

  • Se conoce como economía circular au n modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible.

 

¿Cómo funciona? En la práctica, la economía circular implica que, cuando un producto llega al final de su vida, sus materiales se mantienen dentro de la economía siempre que sea posible. Estos pueden volver a usarse productivamente una y otra vez, en contraste al modelo tradicional de "usar y tirar". Los únicos desechos de la economía circular son aquellos residuales que no son capaces de ser reciclados.

La economía circular es un concepto de gran envergadura, que afecta tanto a la industria como a la ciudadanía.Se puede llevar adelante a diversos niveles, como pueden ser los ciudadanos de a pie, aunque para obtener buenos resultados es imprescindible que se impliquen las grandes empresas y organismos oficiales.

La Unión Europea produce más de 2.500 millones de toneladas de residuos al año, y medidas como la prevención de residuos, el diseño ecológico y la reutilización podrían generar ahorros netos de 600.000 millones de euros. Esto supone un 8% del volumen de negocios anual para las empresas de la UE, al tiempo que reducirían las emisiones totales anuales de gases de efecto invernadero entre un 2 y un 4%. Por esta y por otras razones, la economía circular se muestra como una opción interesantísima a la hora de luchar contra el problema de la basura tecnológica.

 

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