Invasoras: las especies que acechan en las islas
Cuando hablamos de invasores en las islas Canarias, a día de hoy, hacemos referencia a la presencia dañina de especies que viene de fuera. Los ecosistemas de Canarias son delicados y muy especiales, llenos de extraordinarios endemismos que hay que proteger y valorar.
Y para hacerlo debemos conocer y controlar a las especies invasoras. Solo así podremos ayudar a conservar el patrimonio biológico. Para ello, algunos proyectos canarios se esfuerzan en conocer dichas especies con el fin de mitigar su impacto negativo.
¿Qué es una especie invasora?
Los ecosistemas son espacios físicos y ecológicos en los que conviven un montón de especies que crean relaciones entre sí. Con el tiempo, estas relaciones se estabilizan: ciertos animales se alimentan de ciertas plantas. Los depredadores obtienen sus presas en lugares concretos. El suelo, el agua, el alimento, el espacio... todo se reparte según estas relaciones.
Cuando, de pronto, llega una especie de fuera del entorno ecológico pueden ocurrir varias cosas. Una de ellas es que esta especie esté más capacitada que otras autóctonas. Esto significa que se alimenta de sus recursos, les roba el espacio o las devora sin control. En otras palabras, se rompe el equilibrio debido a la invasión.
Las especies invasoras son muy peligrosas porque pueden desestabilizar ecosistemas que han tardado milenios en llegar al equilibrio del que hablábamos. En este proceso, que puede durar años, o incluso meses, desaparece una gran parte de la biodiversidad debido a la pérdida de estas relaciones de las que hablábamos.
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Una de las características de las especies invasoras es su descontrol: en el nuevo ecosistema se reproducen rápidamente, invadiéndolo todo. También son relativamente fuertes, en el sentido de que resisten a los peligros del ecosistema: se reproducen muy rápido, se alimentan de todo tipo de cosas, resisten mejor la sequía o son físicamente más agresivas, por ejemplo.
¿Cuáles son los principales invasores en Canarias?
Ya se han registrado más de 200 especies invasoras (o potenciales) en las islas: la serpiente Rey de California, las iguanas, las cotorras de Kramer o las tortuguitas de florida son solo algunos ejemplos. Y no solo se cuentan entre los animales. Las plantas invasoras son muchísimas: el rabo de gato, la acacia, el lirio amarillo...
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Canarias es un lugar especialmente propicio para el asentamiento de especies invasoras debido a sus temperaturas, su riqueza de recursos y la falta de grandes depredadores que controlen las poblaciones. En estas circunstancias, la aparición de especies de fuera con gran capacidad de adaptación altera enormemente el sistema aislado que suponen los entornos de Canarias.
Entre las especies invasoras más destructivas están el gato, la ardilla moruna o los hurones. La lista es larga y compleja. Muchas de las especies han llegado por descuidos y de forma natural. Sin embargo, la gran mayoría de ellas está relacionada con alguna actividad humana: bien sea con intención decorativa (como con las plantas exóticas para jardines); o bien con intención productora (los muflones con objetivos cinegéticos, las cabras y burros); o como mascotas (pitones reales, iguanas verdes). Pero no son los únicos casos.
El comienzo de una invasión
Cronius ruber, el cangrejo remador, es un conocido visitante de las islas Canarias. Esta especie no es típica del mar circundante. O más bien no lo era hasta 2015, cuando se detectó un impresionante incremento de esta especie. Su presencia es especial porque está relacionada con el aumento de las temperaturas que estamos viviendo. Pero el cangrejo remador todavía no está catalogado dentro de la lista roja de especies invasoras.
A medida que el planeta se calienta, especies potencialmente invasoras como este cangrejo pueden llegar más lejos, colonizando otros ecosistemas. Una vez en ellos se vuelven destructivos. Así, otras especies endémicas comienzan a desaparecer. Este cangrejo es muy grande y agresivo, por lo que desplaza a otros animales típicos de la zona. El hecho de que todavía no esté catalogado no evita la implicación de que sea invasor.
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Para profundizar en el conocimiento de este cangrejo y su presencia en el archipiélago, y de esta manera poder introducirlo en la "lista roja" de especies invasoras, el Grupo de Ecología Marina Aplicada y Pesquerías de la ULPGC ha desarrollado durante 18 meses el proyecto Coinva (acrónimo de “conocer al invasor”), financiado por el Gobierno de Canarias y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
El proyecto Coinva concluyó sus trabajos en septiembre de 2019. Durante el periodo de ejecución se centraron en conocer el alcance de la dispersión del cangrejo en la costa de Gran Canaria; la abundancia, porque podía estar presente pero no tener densidades muy altas; y la ecología, tanto su crecimiento, como la reproducción y la dieta. Con todos estos datos, los investigadores pueden hacerse una mejor idea del comienzo de esta invasión y, de esta forma, tomar medidas de protección.
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