Sucesión ecológica: ¿qué pasa tras un incendio?

Entre el 1 de enero y el 18 de agosto se ha quemado el 13,27% de Gran Canaria. El último incendio, ocurrido hace ahora poco más de un mes, ha sido devastador. Pero la vida es tenaz, incluso en una tragedia de tamañas proporciones. Así, a pesar del daño recibido, Gran Canaria pasará por un proceso conocido como sucesión ecológica. ¿Qué ocurrirá después de los incendios? ¿Qué pasará en las laderas y montes? Las plantas comenzarán a repoblar los terrenos y, poco a poco, los animales que una vez habitaron estas superficies volverán a su hogar. Así funciona.

 

Comunidad, la base de la vida

Antes de entender qué va a ocurrir entre los suelos cenicientos, es importante entender por qué va a ocurrir. La vida tiene sus propios caminos para extenderse. Una de sus características es la capacidad de sobrevivir y reproducirse en las condiciones más inhóspitas jamás imaginadas. Esta capacidad de adaptación se debe en gran medida a las relaciones que se establecen entre los distintos seres vivos.

Sin dichas relaciones, una especie es incapaz de sobrevivir puesto que no puede disponer de todos los recursos que necesita: alimento, resguardo, reproducción... Sin embargo, cuando se unen, los seres vivos son capaces de colonizar zonas imposibles de otras maneras. Estas relaciones hacen que se sustenten entre sí: aparece así la comunidad ecológica o biocenosis.

 

  • Cuando se unen, los seres vivos son capaces de colonizar zonas imposibles de otras maneras

 

La biocenosis es como se llama al conjunto de organismos de todas las especies que coexisten en un espacio definido, llamado biotopo, que ofrece las condiciones ambientales necesarias para su supervivencia. Todas las comunidades son cambiantes, evolucionan, dan paso a otras especies. En su conjunto, la comunidad ecológica es más fuerte que las propias especies que la conforman.

Una de ellas puede desaparecer, y la biocenosis se adaptará para continuar.La comunidad ecológica es la verdadera base de la vida. Sin ella, como hemos dicho, sencillamente no podría sobrevivir nada sobre la Tierra: desde las comunidades más simples y desorganizadas hasta los ambientes más complejos y llenos de especies endémicas, todos los seres vivos dependemos de la comunidad.

 

Sucesión ecológica, ¿qué es?                                    

Una comunidad ecológica, sin embargo, evoluciona. A veces lo hace lentamente, con el paso de los millones de años. Otras, sin embargo, lo hace a toda velocidad. Eso es lo que ocurre en el caso de las catástrofes como un incendio. En estas ocasiones, se pierden en poco tiempo muchas especies y, con ellas, la comunidad ecológica pierde relaciones y sufre.Otras partes de la biocenosis, otras especies, perecerán como consecuencia de esta pérdida.

¿Qué ocurre entonces? El sistema "se reinicia" y comienza a actuar la sucesión ecológica. Esta consiste en la evolución que se da de manera natural, produciendo que un ecosistema por su propia dinámica interna sustituya a los organismos que lo integran. Así, de entre las cenizas de los bosques, por ejemplo, comenzarán a brotar las primeras plantas generalistas.

 

  • El sistema "se reinicia" y comienza a actuar la sucesión ecológica. Esta consiste en la evolución que se da de manera natural, produciendo que un ecosistema por su propia dinámica interna sustituya a los organismos que lo integran

 

Estas agarrarán el suelo y le darán sustento y cobijo a pequeños animales e insectos. Estos, a su vez, permitirán que vengan otros animales más grandes y abonarán y prepararán el suelo para que otras plantas más grandes y exigentes colonicen el terreno. Poco a poco, un yermo negro se va convirtiendo en un páramo, un bosque bajo, un bosque, y, finalmente, toda una selva... siempre que las condiciones lo permitan, pues no todas las comunidades son iguales.

Pero la sucesión ecológica no es algo que solo ocurra cuando hay una catástrofe. De hecho, es algo que ocurre siempre.Se conoce como primaria cuando un terreno inhabitado comienza a ser colonizado por las primeras especies posibles, normalmente hongos y líquenes, que le dan humedad y transforman el suelo. Tras esto comenzarán a aparecer plantas herbáceas, los insectos y animales y, poco a poco, arbustos. Más tarde llegarán los árboles y grandes mamíferos.

Cuando llegue el incendio, y se destruya todo, ocurrirá lo que se conoce como sucesión secundaria, en la cual la vida sí que tiene un punto de partida. Las plantas pirófilas sobrevivirán al fuego mientras que otras aprovecharán las nutritivas cenizas para crecer rápidamente. En apenas unos cientos de años, o menos, se recuperará lo que se tardó milenios en crecer, si todo va bien, claro.

 

La sucesión ecológica en Gran Canaria

Los dos últimos incendios que han abrasado la isla de Gran Canaria han calcinado 9.914 hectáreas.. Gran parte de ellas eran bosque de pinos, muchos de ellos reforestados durante el siglo pasado. Los pinos, precisamente, son una de esas especies pirófilas de las que hablábamos. En apenas medio año podrían volver a reverdecer. Esto es bueno porque serán especies que facilitarán la recolonización y la restauración del ecosistema.

Esto permitirá mitigar otro de los grandes peligros contra la comunidad ecológica: la erosión del suelo. La lluvia podría arrastrarlo, quitando superficie fértil y poniendo impedimentos a su recuperación. La materia orgánica y el cobijo proporcionado darán espacio a las especies acostumbradas ya a los fuegos en las islas.

 

  • La reforestación podría ayudar a acelerar el proceso de recuperación, pero esta ha de hacerse con sumo cuidado y bajo unos criterios científicos muy estrictos, para no modificar y dañar para siempre esta sucesión ecológica canaria


Por desgracia, algunas de las especies autóctonas de Gran Canaria no tendrán tanta suerte. Los pocos ejemplares de Isoplexis, la cresta de gallo, el cedro canario o los mosquiteros y pinzones que hayan perdido su espacio tardarán mucho más tiempo en volver. Es normal, estas especies endémicas requieren de decenas de años, o más, para poder retomar su puesto en la comunidad ecológica.

La reforestación podría ayudar a acelerar el proceso de recuperación, pero esta ha de hacerse con sumo cuidado y bajo unos criterios científicos muy estrictos, para no modificar y dañar para siempre esta sucesión ecológica canaria. Y es que, en el desarrollo de la vida, el mejor aliado siempre es el tiempo. Así que, a pesar de la tragedia que ha supuesto, solo nos queda sentarnos a esperar que la vida continúe su inexorable quehacer.

 

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