La cámara PAU (Física del Universo en Aceleración) se estrena en Canarias en el marco de un proyecto de investigación 100% español.

 

La innovadora tecnología de la cámara permite explorar una técnica distinta para medir con precisión la expansión acelerada del Universo. La cámara ha sido diseñada y construida en España y está instalada como instrumento visitante en el telescopio William Herschel en el Observatorio del Roque de los Muchachos en la isla de La Palma, Canarias. IFAE, ICE-CSIC/IEEC y PIC en Barcelona, CIEMAT e IFT-UAM/CSIC en Madrid participan en el proyecto.

La cámara PAU (Física del Universo en Aceleración, en las iniciales inglesas) se estrenó el pasado 3 de junio, el último de una media docena de artilugios parecidos repartidos en el mundo. Su singularidad reside en sus 46 filtros, que le permiten fotografiar el cielo en otros tantos colores, frente al récord anterior de 18. Otra particularidad es que se fabricó enteramente por centros de Barcelona y Madrid, todo un hito de virtuosismo científico, ya que proyectos de este tipo suelen contar con muchos centros internacionales.

Este dispositivo enteramente hecho en España se suma a otros estudios para entender por qué el universo se está expandiendo cada vez más rápidamente y qué es la misteriosa energía oscura que propulsa esta expansión.

En 1998, dos grupos de científicos descubrieron la expansión acelerada del universo observando el movimiento de estrellas lejanas, lo que les valió un Nobel. Este fenómeno se explica solo con una energía oscura (desconocida) cuya existencia supuso por primera vez Einstein.

Desde entonces, se han lanzado decenas de experimentos para significar la expansión y cuándo empezó. El método principal se llama desplazamiento hacia el rojo: la expansión causa que las galaxias se alejen de la tierra. Por esto, su color cambia de la misma manera que el sonido de una ambulancia que se aleja.

Analizar la luz de las galaxias permite deducir información sobre su alejamiento. PAU lo hace sacando 46 fotos distintas de cada galaxia, cada una con un filtro que selecciona un rango de color.

«En los últimos 30 años se han obtenido espectros [perfiles de color] de tres millones de galaxias. PAU puede sacar entre 30.000 y 50.000 en una noche», explica Enrique Gaztañaga, investigador del Institut de Ciències de l'Espai (ICE-CSIC/IEEC), uno de los miembros catalanes del proyecto. PAU saca fotos de menor precisión que otros instrumentos (los espectrógrafos), pero puede capturar más objetos y más lejos (hasta 2500 millones de años luz), lo que equivale a explorar tiempos más remotos del universo.

PAU dispone de una innovadora estructura de fibras de carbono para montarlo y desmontarlo en el telescopio, que no está dedicado solo al proyecto, como ocurre con otras cámaras. Como mucho, podría funcionar 100 noches por año, la cuota que le toca a España en el telescopio Herschel. De esta manera, alcanzaría en cinco años un mapa del universo suficientemente grande para sacar conclusiones decisivas sobre la expansión.

Más información: Colores del Cosmos

 

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