¿Qué tiene de especial el agua de Marte? Que no sabemos exactamente dónde está. Hace miles de millones de años, el planeta rojo debió poseer un enorme océano. ¿Qué le ha ocurrido a este líquido?

Por: Santiago Campillo

Centramos nuestros esfuerzos en llegar a Marte, ¿pero, por qué? ¿Qué tiene de especial el vecino rojo? Además de la cercanía, Marte tiene varias características que nos impresionan: se parece bastante a la Tierra en tamaño, su disposición es muy similar y, además, en algún momento tuvo agua. Sí, lo sabemos con bastante seguridad. Pero si la hubo, ¿dónde está ahora?

Así sabemos que hubo agua en Marte

El planeta rojo es objeto de numerosas investigaciones. Lo hemos observado con telescopios, con satélites y, finalmente, hasta tenemos robots pululando su superficie. Puede que dentro de poco podamos hasta pisarlo. Y una cosa clara que hemos visto es que en él hubo agua recorriendo su extensión.

Las imágenes tomadas por satélite, así como las obtenidas por robots, muestran que hay enormes accidentes geográficos que solo podrían haberse creado gracias al agua. Por ejemplo, hemos visto restos de riadas que han dejado su sello en enormes cuencas fluviales.

Se han detectado muchos restos de rocas y minerales en la superficie que solo podrían haberse formado en agua líquida.

Conocemos el curso de ríos y hasta valles creados por glaciares. Pero, además de los accidentes que nos son familiares, que encontramos normalmente en la Tierra, también hemos visto cursos y valles propios de formaciones que solo se han dado en Marte. Por ejemplo, estos lechos son más estrechos, lo que nos hace pensar en otro mecanismo de erosión, similar, pero más basto.

La evidencia geológica del agua también se observa en enormes canales de salida tallados por las inundaciones, o complejas redes antiguas de ríos y ​deltas, y lo que son, claramente, lechos de los lagos. Además de lo anterior, se han detectado muchos restos de rocas y minerales en la superficie que solo podrían haberse formado en agua líquida.

Los científicos creen que en algún momento dado hubo una masa de agua gigantesca, cubriendo gran parte de la superficie con un océano de al menos 500 metros de profundidad. Esto solo habría sido posible si hubiese existido una atmósfera más densa que permitiese la existencia de agua líquida.

¿Dónde está el agua, ahora?

En realidad, gran parte del agua de Marte sigue ahí. Solo que no está a la vista. Los científicos han detectado restos de agua en forma de vapor en la tenue atmósfera marciana. Esta atmósfera es muchísimo más ligera que la de la Tierra. La presión varía de los 30 Pascales, en la cumbre del monte Olimpo, a más de 1.155 Pa en las depresiones de Hellas Planitia. En comparación, la media atmosférica terrestre es de 101.300 Pa, 100 veces más en los puntos más densos.

Analizando las imágenes y composición del planeta sabemos que hubo un enorme cambio climático hace unos 3.500 millones de años.

También sabemos que existen grandes masas de agua congelada. Algunas de estas se encuentran bajo la superficie de los casquetes polares. Estamos buscando agua líquida bajo el suelo de Marte, pero no ha sido hasta hace muy poco que hemos encontrado, por fin, indicios de que existe un enorme lago de agua líquida bajo el hielo marciano.

Este se encontraría a un kilómetro y medio bajo la superficie, estiman los científicos, y tendría un metro de profundidad, según indican los análisis. Por otro lado, ciertos aspectos geológicos observados también hacen pensar que existen todavía procesos activos en los que interviene el agua líquida, que estaría "encerrada" en el interior de la superficie marciana.

¿Qué le ocurrió al agua?

Una gran parte podría haberse evaporado y haber desaparecido, disociada en hidrógeno y oxígeno, como consecuencia de la pérdida atmosférica.

Deshacerse de toda una capa de agua que cubra un planeta no es nada fácil. Así, ¿dónde se ha metido? Analizando las imágenes y composición del planeta sabemos que hubo un enorme cambio climático hace unos 3.500 millones de años. Eso supone que el agua líquida estuvo presente solo en las primeras etapas de vida del planeta, cuando tenía un clima más cálido.

No sabemos realmente qué pasó exactamente para que las características cambiaran tanto, pero lo que era un planeta con abundante agua la fue perdiendo. A día de hoy, al no existir una atmósfera que pueda mantener el agua sobre su superficie, tenemos un proceso bastante diferente al de la Tierra: el hielo se sublima y se convierte en gas. De nuevo, se congela y forma masas heladas, y el ciclo se mantiene.

El resto permanece, según sabemos, bajo la superficie del planeta rojo. Pero una gran parte podría haberse evaporado y haber desaparecido, disociada en hidrógeno y oxígeno, como consecuencia de la pérdida atmosférica. Esto ocurrió lentamente, acelerando su proceso poco a poco. Sin embargo, una de las hipótesis más valoradas supone que el agua, en realidad, todavía sigue allí, en el subsuelo.

Aún no hemos sido capaces de detectarla más allá de los casquetes. Pero podría estar ahí, lo que explicaría algunas de las formaciones que comentábamos y que solo pueden explicarse si hay agua líquida. También tendría sentido porque, ¿a dónde iba a ir? Sería demasiada para perderla en el espacio. ¿O no? Todavía es pronto para decirlo pero, quién sabe, tal vez en un futuro no muy lejano lo sepamos.

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