La comunicación no es una cosa exclusiva de los animales. Las plantas también “conversan”. Y lo más fascinante es que lo hacen mediante diferentes “lenguas”, según su necesidad.
Foto: Parque Natural Garajonay. La Gomera Fuente: Gobierno de Canarias. Parques Nacionales de Canarias
Nosotros, tú y yo, somos animales eminentemente comunicativos. No te resultará nada sorprendente porque para el ser humano la comunicación es una necesidad tan importante como alimentarse o reproducirse. Y no sólo para nosotros, prácticamente todos los animales que conocemos necesitan de la comunicación para poder sobrevivir. Pero, ¿qué es comunicarse? Porque la comunicación, en realidad, ocurre en todos los seres vivos. Sólo que no es siempre como pensamos que debería de ser.
¿Qué es comunicación?
La comunicación es el acto consciente de intercambiar información con una intención |
En realidad, la comunicación es el acto consciente de intercambiar información. Así, cuando tú quieres transmitir un mensaje y otra persona lo recibe, te estás comunicando. La comunicación puede ocurrir entre distintos seres vivos. Por ejemplo, tú y tu mascota, no poseéis un lenguaje o, ni tan siquiera, unas normas comunicativas similares. Pero más o menos puedes entender cuando tu mascota está enfadada o necesita cariño y viceversa. Como podemos apreciar, en este tipo de comunicación existe un factor visual y un factor "vocal": los ruidos y los gestos producen “la magia” y transmiten el mensaje. Pero, ¿y si no existiera nada de eso? El vehículo del mensaje podría ser, por ejemplo, una señal química. No es nada extraño. Nuestras células "hablan" así entre ellas mediante señales eléctricas o químicas, por muy sorprendente que nos resulte. Los insectos también lo hacen, utilizando feromonas y otras sustancias que alertan, dirigen o apaciguan. ¿Y las plantas? Por supuesto que sí. Las plantas llevan millones de años comunicándose entre sí.
Alelopatía, el lenguaje de la tierra
Existe un medio fundamental por el que las plantas se comunican entre sí. Este es conocido como alelopatía, un fenómeno biológico por el cual una planta produce uno o más compuestos bioquímicos que influyen en el crecimiento, supervivencia o reproducción de otros organismos. Por ejemplo, algunos de estos compuestos son los terpenoides, que sirven como inhibidores del crecimiento para otras plantas (y algunos animales). El alcanfor o el pineno son sustancias producidas por el alcanforero y el pino, respectivamente, y ayudan a estas plantas a crecer sin que otras posibles competidoras se apoderen de los nutrientes en torno a donde están creciendo. Esta comunicación, básicamente, funciona perfundiendo la sustancia en el terreno de la planta. Así, otras plantas detectan el compuesto que impide su crecimiento, dándole más espacio al vegetal.
La alelopatía es un fenómeno biológico por el cual una planta produce uno o más compuestos bioquímicos que influyen en el crecimiento, supervivencia o reproducción de otros organismos |
Pero no sólo sirven para impedir el crecimiento de otras plantas. La alelopatía puede ser "positiva" y estar destinada a plantas acompañantes. Esto es, que algunos vegetales "señalizan” sus alrededores con sustancias que promueven el crecimiento de ciertas compañeras concretas. Esto es así ya que ambas plantas se benefician de la mutua compañía, bien porque estimulan su crecimiento, bien porque ayudan a mantener a raya a los posibles depredadores. La alelopatía, como decíamos, no tiene sólo como objetivo el comunicarse entre plantas, sino también con otros seres vivos, normalmente repeliéndolos o incluso atrayéndolos. Sería, valgan las distancias, algo parecido a cuando nosotros hablamos con nuestra mascota. Solo que se hace en un lenguaje difícil de comprender para los seres humanos.
La plática vegetal

Bosque. Fuente: Flickr
El intercambio genético sería uno de los medios de comunicación más primitivos que existen |
Y existe otra manera de comunicación aún más íntima. Tal y como se ha comprobado en otras ocasiones, algunas plantas parásitas son capaces de intercambiar información genética. En realidad este proceso sería uno de los medios de comunicación más primitivos que existen. Pero sigue funcionando en las plantas (al igual que en algunas bacterias e incluso en algunos animales) En el caso de las plantas parásitas, esta comunicación tan íntima tiene un objetivo primordial: decirle a la otra planta que baje sus defensas. Y lo hace de la manera más íntima en la que se puede transmitir un mensaje, actuando directamente sobre la expresión genética.

Huerto, un ejemplo de alelopatía positiva. Fuente: Pixabay
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