¿Qué especies se encuentran actualmente en peligro de extinción en Canarias? Conocer la desaparición de la vida y sus mecanismos es la mejor manera de prevenir la pérdida irreparable de biodiversidad

Imagen: Monachus monachus. Fuente: Wikimedia
 

"Se estima que existen entre 5 y 50 millones de especies distintas"

La superficie de este pequeño planeta está llena, muy llena, de vida. La cantidad de especies que la pueblan es inmensa. Aunque depende mucho de los cálculos realizados, se estima que existen entre 5 y 50 millones de especies distintas. Un rango muy variable pero que cada día los investigadores acotan más. Según los últimos estudios, el colorido cuadro de nuestro pequeño planeta podría rondar los 8,7 millones de especies distintas. Sin embargo, es un número en rápido decrecimiento. La extinción amenaza a multitud de seres vivos. Y cada día más. Entre las razones se encuentran cuestiones naturales, ecológicas y climáticas. Pero también la mano del hombre, la cual, se estima, podría haber acelerado enormemente el proceso de extinción de muchas especies. Pero ¿cómo sabemos que una especie se ha extinguido? ¿O cuántas lo harán? La pérdida de una especie supone un daño ecológico sin par. ¿Cómo lo evaluamos?
 
 
Mirando a la extinción a los ojos

"Una especie se considera extinta terminal cuando muere su último ejemplar sin dejar ningún tipo de heredero genético"

Parece algo obvio, pero consideramos que una especie se ha extinguido cuando muere el último de los miembros de la misma. Esto es algo muy difícil de analizar, especialmente en las especies de amplia distribución. Por eso, en muchas ocasiones los investigadores han de reconstruir las piezas de un puzzle muy difícil, obteniendo evidencias. Esto, en ocasiones, causa auténticas sorpresas, como es la de los "taxones lázaro", especies que se creían extintas tiempo atrás y de pronto resurgen donde menos las esperamos.
 

Se estima que desde que el hombre comenzó a colonizar el planeta, hace unos 100.000 años, el índice de extinciones ha ido en aumento. Esto quiere decir que ahora las especies se extinguen mucho más rápido que por medios naturales. Exceptuando las catástrofes, por supuesto. Según los últimos estudios, este índice se ha incrementado en más de un 100% en los últimos 100 años. Asociado este hecho a la revolución industrial, el hombre se convierte por primera vez en la historia, según nuestros indicios, en la primera especie causante de una extinción prácticamente masiva. Efectivamente, los índices de la extinción del holoceno, tal y como se conoce, se acercan terriblemente a la extinción masiva que vivió nuestro planeta entre el cretácico y el terciario.
 
 
Imagen: Haematopus meadewaldoi Fuente: Wikimedia.
 
Muchas formas de extinguirse
Hay que dejar muy claro que la mano del hombre no siempre ha sido la causante directa de las extinciones que se le atribuyen. Pero eso no resta importancia. El 80% de las extinciones asociadas al ser humano en los tiempos que corren se deben principalmente a efectos indirectos tales como el calentamiento global, la alteración de los ecosistemas o la pérdida de hábitat natural. Este último, de hecho, es el principal factor en la extinción de las especies.
 
Pero una especie no solo se extingue y deja de existir. Existen varios "grados" de extinción, por decirlo de algún modo. Por ejemplo, una especie se considera Extinta en la Naturaleza cuando solo quedan los miembros en cautividad o alejados por completo de su hábitat natural. Una especie de la que quedan muy pocos miembros y son incapaces de reproducirse por razones de salud o de hábitat se considera "Extinta funcionalmente". También puede extinguirse una especie debido a una evolución, pasando a ser otra especie distinta con el paso del tiempo. La extinción que todos tenemos en la cabeza, sin embargo, que es aquella que proclama el fin último de una especie y su descendencia es lo que llamamos "Extinción Terminal".
 

"La UICN confecciona la "Lista Roja" de especies amenazadas que cataloga su estado de conservación"

Pero antes de llegar a esto existe un catálogo de estados por el que pasa una especie antes de desaparecer. Para eso existen varios organismos, entidades y asociaciones que se encargan de evaluar el "estado de conservación". La Unión Internacional para la conservación de la Naturaleza, o UICN, es el principal entre estos y su función preservar los recursos naturales a toda costa. En la denominada "lista roja de especies amenazadas" la UICN cataloga la especies en siete estados que van desde "Preocupación menor" a "Extinta", pasando por "Casi amenazada", "Vulnerable", "En peligro", "En peligro crítico" y "Extinta en su hábitat natural". 
 
Para determinar este estado la UICN analiza tanto el hábitat como el número de individuos, la salud de los mismos y muchos otros factores relacionados con la capacidad de sobrevivir de dicha especie. Esta catalogación permite a los científicos plantear estrategias de conservación de las especies con el fin de preservar la mayor cantidad de biodiversidad (el número de especies distintas que existe) posible.
 

La amenaza en las islas
En las Islas Afortunadas, como se conocen desde tiempo atrás, también ha habido extinciones. Algunas, por suerte, todavía no han ocurrido y sus especies están en peligro, pudiendo tomar cartas en el asunto. Entre las especies más destacadas y que nunca volveremos a ver están los roedores Canariomys bravoi y Canariomys tamarani. Estas ratas gigantes desaparecieron debido a la caza por parte del hombre, que probablemente las consideraba alimañas. Hace unos 2.000 años probablemente debido a la introducción del ratón común por parte de los seres humanos, también desapareció el ratón de las lavas o Malpaisomys insularis.
 
 
Imagen: Canariomys bravoi. Fuente: Wikimedia
 
Hace poco más de una década el Ostrero Canario todavía paseaba por las playas de Lanzarote y Fuerteventura. Ahora, el Haematopus meadewaldoi está definitivamente extinto debido a la sobreexplotación ostrera, que dejaba a este animal sin su sustento. Estos son solo algunos ejemplos a los que se unirán otros muchos otros catalogados en la Lista Roja como "En peligro crítico". Entre ellas se encuentran el milano real (Milvus milvus) la foca Monje del mediterráneo (Monachus monachus)o el lagarto gigante de la Gomera, (Gallotia bravoana) de una larguísima lista.
 
En definitiva, conocer a la extinción es una manera de aprender a prevenirla en la medida de lo posible. Porque tarde o temprano, toda especie desaparece para dar paso a una nueva. O no. La cuestión es evitar que nosotros, por nuestras acciones, provoquemos la extinción antes de tiempo, evitando perder lo más valioso y único que conocemos de este universo: la vida.
 
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