Las centrales hidroeléctricas reversibles suponen una de las fuentes de energía renovable más adecuadas. De hecho, son las únicas, a día de hoy, que permiten un almacenamiento efectivo, un problema al que se enfrentan seriamente este tipo de energías.

En Canarias, se está gestando una de las centrales más interesantes de este tipo, la de Chira-Soria, en Gran Canaria. Esta por fin será adjudicada a lo largo de este semestre, según anunciaban las autoridades, tras varios años de espera. ¿Cómo funcionará?

Así funciona una central eléctrica reversible

En realidad es una cuestión bastante sencilla: las centrales hidroeléctricas funcionan mediante el agua que cae desde lo alto de la presa. Para que lo entendamos, en lo alto de la presa, el agua tras el muro de contención tiene una energía potencial. Es, algo así, como la energía que tiene guardada una pila.

Cuando el agua cae, esa energía potencial se convierte en energía mecánica que golpea las palas de una turbina. Entonces, esa energía mecánica se transfiere del agua a las palas que giran, convirtiendo la energía mecánica en energía eléctrica.

Cuando el agua cae, esa energía potencial se convierte en energía mecánica que golpea las palas de una turbina

Así es como funciona cualquier salto de agua, básicamente. Para que se considere una central "reversible", debemos poder hacer el ejercicio inverso: almacenar agua para poder utilizarla en la producción de energía. No sirve con el caudal procedente de aguas arriba del embalse, sino que el agua ha de poder transportarse desde más allá del salto hacia el otro lado de la presa.

Esto se hace con unas bombas especiales que rellenan el embalse, de manera que siempre hay agua y siempre se puede aprovechar en el salto de la presa para generar energía. Por supuesto, esto tiene sus complicaciones y sus "trucos".

La energía ni se crea ni se destruye

Sin embargo, existen horas de menos consumo, conocidas como horas valle, y momentos de mayor exigencia, en las horas puntas.

Hay una ley fundamental de la física que todo el mundo ha oído alguna vez: la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma. Para poder bombear el agua al embalse hay que usar energía. Y no, no cuesta menos transportarla, sino más. Si no fuera así, tendríamos un "móvil perpetuo", una central que produce más de lo que gasta, algo que no es posible físicamente.

El final, por esta ley, debe ser 0, siempre y sin discusión. ¿Entonces? El truco está en los tiempos. La producción eléctrica ha de ser continua y no debe ser menos ni exceder la demanda. Sin embargo, existen horas de menos consumo, conocidas como horas valle, y momentos de mayor exigencia, en las horas puntas.

Esta diferencia es esencial, ya que durante las horas puntas las turbinas están trabajando a tope, suministrando energía, mientras que en las horas valle, esa energía se utiliza para bombear el agua hacia el embalse. Así, lo que estamos haciendo en realidad es utilizar un "exceso" de producción energética, que iría a parar a otra parte, en el almacenamiento de energía.

En el proceso siempre se pierde energía, por la conversión, por el transporte, por la evaporación de agua... Aun así, debido a estos cambios en la necesidad, se puede jugar con la producción de manera que, en el cómputo total, conseguimos almacenar energía en forma de agua, convirtiéndose esta en una de las maneras más eficientes de energía renovable que existen.

¿Y qué hay de Soria-Chira?

La central hidroeléctrica reversible de Soria-Chira está concebida como una herramienta para mejorar la garantía de suministro, la seguridad del sistema y la integración de las energías renovables en esta isla.

La central hidroeléctrica reversible de Soria-Chira está concebida como una herramienta para mejorar la garantía de suministro, la seguridad del sistema y la integración de las energías renovables en esta isla, según sus promotores. Gracias a esta central, mejorará la independencia energética de Gran Canaria, ya que ayuda a que disminuyan los costes del sistema eléctrico al reducir las importaciones de combustibles fósiles más caros y contaminantes.

La futura central hidroeléctrica reversible funcionará usando la energía generada ayudada por las turbinas eólicas. Así, durante la noche, en las horas valle y cuando más sople el viento en el sur de la isla, la electricidad sobrante bombeará agua desde el embalse de Soria, a 600 metros sobre el nivel del mar, hasta el de Chira, situado otros 300 metros más arriba.

Excavada a 400 metros bajo la presa superior, en un punto medio, se encuentra una caverna donde se emplazará la estructura de control. Allí se encontrarán y se controlarán las bombas para impulsar el agua hacia Chira. También se colocarán allí las turbinas generadoras.

Durante la construcción de la central, una desalinizadora bombeará agua dulce hacia el embalse de Soria, de manera que cuando la planta sea inaugurada, las presas estén moderadamente llenas. Esto asegurará que no falta agua para nadie en las inmediaciones de los embalses.

Con esta construcción, Gran Canaria se pondrá a la cabeza energética, al menos en cuanto a innovación se trata, de España. Este complicado paso, que llevará varios años, es decisivo en la búsqueda de independencia energética, así como en el proceso de modernización que asegure un futuro más limpio y mejor.

 

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