Facebook, Twitter y otras RR.SS se revelan como importantes herramientas de difusión científica a gran escala.

Hemos encontrado el más actual altavoz para difundir conocimientos científicos y los resultados de una investigación: las redes sociales, que además son herramientas ideadas para la comunicación y la relación, algo que también puede usarse en beneficio de la divulgación de la ciencia. Cada vez está más clara la importancia de comunicar a través de las redes sociales para cualquier investigador, grupo de investigación, institución o periodista científico.
 
En este artículo las ventajas se resumen en las siguientes:
Acceso a los conocimientos. Las redes sociales permiten a la sociedad acceder fácilmente a los conocimientos científicos. Y con las redes sociales se multiplica la posibilidad de que los ciudadanos estén debidamente informados, algo que les dará capacidad para ser críticos y conscientes del avance de la sociedad.
 
Gusto de explicar. Para un científico suele ser un placer explicar los resultados de su investigación, ya que comparte con la gente lo que tanto tiempo y esfuerzo le ha costado y los beneficios que tendrá para la sociedad.
 
Motivar a futuros científicos. Las redes sociales pueden despertar la pasión por los descubrimientos científicos y por el trabajo de la investigación entre los más jóvenes. Estos canales atraen público joven entre los que estarán los científicos de mañana.
 
Sin intermediarios. Los comunicadores científicos, los investigadores y sus instituciones pueden informar con las redes sociales de forma directa al ciudadano, sin medios de comunicación o revistas científicas que hagan de intermediarios, seleccionando temas y adaptando el contenido.
 
Difusión asegurada. Los resultados de la investigación llegarán al público a pesar de que los medios de comunicación recorten sus secciones de Ciencia o de que las prestigiosas revistas especializadas excluyan la investigación de entre sus contenidos.
 
Difusión inmediata. Las redes sociales permiten publicar los resultados de la investigación en cuanto se han obtenido y preparado para divulgar, no como suelen hacer las revistas científicas que pueden guardarlos durante meses, en los que además no se pueden difundir por otro canal. Las redes también permiten compartir contenidos, opiniones e interacciones con el público en cuanto se generan, incluso en directo en el caso de eventos.
 
Conseguir feedback. Las redes sociales se basan en la comunicación horizontal, de tú a tú entre usuarios, la escucha activa y la posibilidad de comentar lo que se comparte de forma fácil. Es por esto que en la investigación científica se pueden utilizar para obtener feedback del público objetivo que ayudará al investigador a hacerse preguntas básicas sobre el proyecto que quizás no pensaba.
 
Reclamo de participación. Las redes sociales son un canal rápido y adecuado para hacer peticiones de colaboración, como por ejemplo promocionar un focus group para encontrar participantes o buscar voluntarios para pruebas piloto.
 
Aumenta el prestigio. Con una gestión adecuada de las redes sociales (en estilo, contenidos y frecuencia), el investigador o la institución científica que gestiona el canal verá cómo se incrementa su reputación. La calidad de la investigación determina la contribución a la ciencia, pero una buena comunicación de esta investigación influye en el reconocimiento público.
 
Posiciona como experto. Las redes sociales son una herramienta ideal para situar al investigador como un experto en una materia determinada en la mente del público. Lo que dice y cómo lo dice puede ser fundamental para ser visto como un verdadero entendido en un tema.
 
Audiencia global. Al hacer click para publicar el contenido se llega automáticamente a un público internacional, que puede estar en cualquier parte del mundo.
 
Nuevos públicos. En las redes sociales encontramos un público heterogéneo, desde jóvenes hasta adultos, desde personas sin estudios hasta investigadores científicos… Este gran abanico de segmentos del público origina relaciones con nuevas generaciones o el acercamiento de personas desinteresadas a priori, por ejemplo.
 
Justificar la inversión. Con la divulgación de los resultados de la investigación a través de las redes sociales se da acceso fácil a estos conocimientos a la mayoría de la sociedad (interesados o no en la temática). Esto ayuda a las instituciones a mostrar al público dónde se invierte su dinero (en el caso de la financiación pública o las investigaciones subvencionadas).
 
Consigue apoyo social. Al abrirse al público y conectar con él y al explicar de forma innovadora y comprensible lo que se investiga, los investigadores obtienen un mayor apoyo social.
 
Influir en los prescriptores. A través de las redes sociales también se puede acceder a los prescriptores que ayudarán a que tu investigación avance, como por ejemplo a los políticos o técnicos de las administraciones públicas que deciden dónde se destina la financiación. Además, gracias a una buena comunicación 2.0. y al apoyo social que se puede constatar en las comunidades online, los prescriptores pueden sentir cierta presión para favorecer estas investigaciones.
 
Más Información:
15 BENEFICIOS DE USAR LAS REDES SOCIALES PARA DIFUNDIR CIENCIA
 
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