Un tributo al matemático John Nash y a su invaluable legado a la ciencia y a la vida de millones de personas, que lo recuerdan en la película ‘Una mente maravillosa´.
Esta semana despedimos al matemático John Nash, ganador del Premio Nobel de Economía en 1994 y del Premio Abel, que junto con la Medalla Fields, es el más prestigioso en el campo de las matemáticas o la física cuántica, entre muchos otros reconocimientos.
El investigador de la Universidad de Princeton es reconocido por su increíble trabajo en ecuaciones diferenciales parciales, una herramienta empleada para describir todo tipo de fenómenos científicos, desde los campos de la termodinámica a la física cuántica.
Un gran creyente de los números, las ecuaciones y la lógica que lleva a la razón, para aplicarla a todas las cosas en beneficio de la humanidad. Y modelo de una tendencia cada vez más extendida en la actualidad que aporta gran valor a las matemáticas, porque las matemáticas se hacen preguntas a unos niveles que otros no se plantean creando nuevo conocimiento gracias a su creatividad, transversalidad y capacidad de pensar diferente.
No es de extrañar que la demanda laboral de matemáticos se dispare, encabezando la lista de las mejores profesiones y con más futuro. "El desarrollo científico y tecnológico ha dado mayor relevancia a las matemáticas porque son el instrumento que se usa para poder avanzar en cualquier área del conocimiento, forman parte de la investigación en cualquier disciplina y sus modelos son más necesarios que nunca" opina en este artículo que puedes seguir leyendo en el enlace el director del Instituto de Ciencias Matemáticas (Icmat) e investigador del CSIC, Manuel de León.
Más información en: La demanda profesional de matemáticos se dispara