Gran Telescopio de Canarias - Fuente: Wikimedia

Hasta hace poco el Gran Telescopio de Canarias, el que se considera el telescopio óptico más grande del mundo, permanecía parado por un fallo técnico en uno de los elementos de sujeción de su espejo terciario.


Un problema que mantuvo inactivo a este increíble telescopio sito en la cima del Roque de los Muchachos, en la isla de La Palma. ¿Qué supone este parón? ¿Qué cuesta mantener semejante instrumental? Para entender mejor sus implicaciones hemos hablado con Luis A. Rodríguez García, Jefe de Operaciones de Ingeniería en el Centro de Astrofísica de La Palma, y esto es lo que nos ha contado.

Trabajar en el telescopio óptico más grande del mundo

Ser el Jefe del Grupo de Operaciones de Ingeniería en el GTC, nos explica Luis, es un gran reto. "En una mano se tiene que el equipo humano, de alta capacidad y compromiso, requiere atenciones por encima de la media", comenta. "Es necesario mantener en la empresa a los mejores, durante mucho tiempo, y en un contexto donde los recursos necesarios para ello no son los suficientes, cuesta competir con otros Telescopios del mundo para retener el talento".

El GTC es una instalación que no puede dejar de producir ciencia cada noche del año, lo que implica un gran reto operativo. "Nos vemos obligados a formar personal junior para conseguir que sean los mejores y casi partiendo de cero, tema que no es fácil. En la otra mano está que tenemos que mantener y mejorar una máquina de tecnología puntera, que requiere de numerosos trabajos de monitorización y actualización constantes", continúa.

En sus palabras, esto es algo muy complicado, que requiere de mucha dedicación, pero trae consigo muchísimas satisfacciones también. "Aquí observamos estrellas y otros objetos como planetas extrasolares, asteroides, agujeros negros… y generamos conocimiento que sirve y servirá tanto para conocer mejor el universo como en el medio plazo mejorar las condiciones de vida en este planeta; y en el corto plazo deja riqueza, tanto experiencia como una mejora en la economía local y regional, y prestigio para nuestro país", afirma con orgullo. ¿Y qué ocurre cuando este excepcional equipo se topa con problemas?

Un problema en el espejo

Interior del GTC - Fuente: Wikimedia

Durante los pasados trabajos de realuminizado de uno de los espejos del telescopio, el espejo terciario, que es plano y se usa para desviar la luz a los focos Nasmyth y Cassegrain doblados, los responsables del GTC se toparon con algo inesperado. "Descubrimos un problema en uno de sus soportes. Tras estudiarlo, decidimos dos cosas: corregirlo cuanto antes, evitando poner este espejo en producción hasta que el soporte volviese a su situación nominal, e introducir mejoras en el estado de este subsistema para evitar un posible problema mucho más grave en el futuro", nos comenta el Jefe de Operaciones. "Lamentablemente, esto suponía tener que suspender las observaciones nocturnas por un tiempo, pero es un tema que hacemos para garantizar la integridad del GTC".

¿Garantizar la integridad? ¿Por qué? ¿Qué problema puede ocasionar un fallo como este? Luis no duda en contestar rápidamente: "El defecto en el soporte no afectaba a las observaciones pero presentaba una potencial debilidad que podría haber acarreado un incidente grave". Esto se debe a que en el telescopio la luz es captada por un sistema de espejos que la dirige hacia instrumentación. En el caso del GTC estos corresponden a tres espejos. Pero al no disponer del espejo terciario, este proceso se trunca. "Al quedar este circuito ‘abierto’, por decirlo de forma amigable, se imposibilitaban las observaciones nocturnas. En un futuro cercano, estará disponible una instrumentación ubicada en una posición que no requiere del espejo terciario".

"En ese caso una parada de M3, que es como lo solemos denominar [al espejo terciario] en nuestro argot diario, no supondrá inconveniente alguno. Se podrían mantener observaciones usando el instrumento que se ubique en tal posición". Pero mientras tanto, este fallo podría haber generado múltiples errores en las mediciones, creando falsos datos y estropeando una gran cantidad de observaciones. En este caso, la parada técnica es mucho más eficiente que permitir al telescopio funcionar de manera incorrecta, razón principal de la inactividad voluntaria.

Cuando falla el Gran Telescopio de Canarias

Siendo un instrumental tan delicado, ¿son muy habituales este tipo de problemas? "No es para nada frecuente. Pero estamos preparados, incluso, para fallos mayores", afirma el astrónomo. "La tasa de pérdida por fallos técnicos del telescopio es muy baja [apenas del 3%], pero claro, no podemos librarnos de que suceda un evento imprevisto como este", confirma. "Lo que hemos hecho para el caso de M3 es adelantarnos a un fallo más grave".

"La tasa de pérdida por fallos técnicos del telescopio es apenas del 3%"

Dependiendo del tipo de fallo, comenta Luis, se toman medidas diferentes. Muchas de las cuales están asociadas a diferentes regímenes de trabajo. "Normalmente realizamos mantenimientos programados sobre todos los subsistemas del telescopio de forma regular. También tratamos una serie de averías o incidencias de bajo impacto que vamos corrigiendo y que retroalimentan a los propios planes de mantenimiento y a los equipos de diseño para garantizar la mejora continua de todo lo que se haga". El Grupo de Desarrollos es parte de dicho equipo y está ubicado en Tenerife.

"Por ejemplo, en este caso, encontramos un problema en una interfaz mecánica del espejo, que es de ZERODUR®, un cristal especial", continúa explicando el Jefe de Operaciones. "El espejo de ZERODUR® se une a un soporte de metal mediante un conjunto de varillas de titanio, que sirve de unión o interfaz con el telescopio. En la unión entre el cristal y el metal se usa pegamento. Y en varias de esas uniones detectamos problemas". Para corregirlos, el equipo hubo de hacerse con un caro pegamento, procedente de fuera de las islas.

"No se trató solo de comprar un pegamento que tardaba en llegar; hubo que soltar todo el soporte y dar la vuelta al espejo sin este, con lo que hubo que diseñar y preparar la operación para tener acceso de forma adecuada y realizar la reparación. Sin el soporte es muy complicado dar la vuelta al espejo, y era el propio soporte el que tenía el daño". Una operación en la que los pegamentos tienen un papel esencial.

Así se repara un telescopio

"Estos pegamentos especiales, caducan muy pronto y no puedes arriesgarte a usar uno fuera de fecha", explicaba Luis. Por otro lado, el pegado tiene que ser perfecto en prestaciones y las piezas tienen que ir de forma muy precisa en la posición adecuada. "Usamos para ello plantillas y dispositivos de metrología similares a los que usan los topógrafos y aparejadores, pero de prestaciones mucho más altas", nos comenta. Pero esto hace referencia a un mantenimiento de urgencia correctivo, como lo denomina el Jefe de Operaciones. "El mantenimiento preventivo-predictivo o preventivo de oportunidad, se realiza de forma regular, gracias a lo que podemos detectar antes cualquier tipo de defecto y conservar adecuadamente los subsistemas del telescopio".

 

"¡El trabajo no para!, e incluso aumenta la actividad diurna"

Al ser un elemento tan preciso, los fallos pueden tener consecuencias muy graves en la observación. "En este caso [con M3] no impactaba en las operaciones. Lo descubrimos al inspeccionar debido a un mantenimiento para realuminizarlo". Y fue una suerte, porque las consecuencias, como decíamos, pueden ser muy graves. "El telescopio es una máquina que produce datos científicos", afirma tajante Luis. "Si no podemos observar perdemos esta producción, con el coste que implica". Por otro lado, los fallos pueden producir falsos datos, lo que podría ser aún más funesto que no obtener ningún tipo de información.

 

Por esto y otras cuestiones, una parada técnica no siempre es mala. "Aprovechamos la parada para realizar otras tareas prioritarias que no requieren de la observación en cielo del telescopio y que estaban en cola", nos cuenta el astrónomo. "Aplicamos mantenimientos de oportunidad adelantando sus fechas, probamos modificaciones realizadas en el software, etc. ¡El trabajo no para!, e incluso aumenta la actividad diurna". Y es que esta es la única manera de mantener un alto ritmo de trabajo propio de una instalación tan puntera como es el GTC.

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