Cada vez somos más, ¿podrá soportar nuestro mundo la necesidad de recursos creciente? En cualquier caso, la biotecnología podrá echarnos una mano.
Foto: La primera albóndiga, hecha con carne sintética, del mundo. Fuente: Memphis Meats
Con el crecimiento exponencial de la población parece casi insostenible mantener la tasa de generación de recursos. |
A medida que somos más conscientes de nuestra relación con el medio, más nos percatamos de las implicaciones que tiene el impacto que generamos. A día de hoy, prácticas tan comunes como la ganadería o la agricultura son razones de intenso debate. La forma de tratar a nuestros animales de granja es a menudo objeto de duras críticas, muchas veces fundamentadas. Además, con el crecimiento exponencial de la población parece casi insostenible mantener la tasa de generación de recursos. Aquí es donde entra la biotecnología para solucionar estos problemas y aún muchos más.
Hamburguesa de laboratorio
Desde hace años se lleva luchando por conseguir un hito sin igual: obtener carne sin ningún tipo de sufrimiento animal. El resultado, finalmente, pasa única y exclusivamente por el laboratorio. Pero ¿es eso posible? Existen varias compañías biotecnológicas convencidas de que sí. ¿Y cómo es posible? La carne que consumimos es un conjunto de tejidos musculares, conjuntivos y grasas crecidas en el cuerpo de un animal. Si sacamos las células que crecen formando estas estructuras y las hacemos crecer en "placas de Petri", ¿podemos obtener suficiente material como para crear una hamburguesa? Sí. De hecho, ya se ha hecho la prueba en un par de ocasiones. Este mismo proceso es el que se pretende reproducir a nivel industrial para reducir la presencia de ganado. El proceso, además, permitiría equilibrar la proporción de grasas o la calidad de la carne una vez que esté bien optimizado.
Imagen: Leche sintética. Fuente: Muufri
La primera hamburguesa sintética costó la friolera de 320.000 dólares |
Por si esto fuera poco, otra ventaja de esta carne sintética es que puede llegar a ser mucho más barata que la producida en granja debido a que el mantenimiento es mucho menor. Por ahora los costes no son asumibles. De hecho, la primera hamburguesa sintética costó la friolera de 320.000 dólares. Pero actualmente tanto el conocimiento como la tecnología permite abaratar los costes enormemente. Lo que podría traducirse en carne más barata y eliminando cuestiones éticas varias asociadas a la ganadería.
Es más, esto ayudaría a eliminar otros problemas como la contaminación y la deforestación causada por la creciente necesidad de cabezas de ganado que cumplan con los requisitos de una sociedad creciente.
Leche sintética
Al igual que ocurre con la carne, la leche genera un numeroso sinfín de controversias. Desde una cuestión puramente nutricional hasta el trato de los animales, la leche produce una serie de incertidumbres en la sociedad. Pero, ¿se puede obtener leche a partir del laboratorio? Por supuesto. También es otro logro de la biotecnología. A diferencia de la carne, la leche es una sustancia compuesta por la segregación de ciertos tejidos especiales. Dicha sustancia mezcla varios tipos de proteínas y azúcares con la intención de alimentar a los retoños. ¿Y si copiáramos el "perfil nutricional"? Para hacerlo necesitaríamos entrenar a una serie de microorganismos conocidos como levaduras para que produzcan dicha mezcla. Tenemos mucha experiencia con estos hongos ya que se emplean en numerosos procesos tecnológicos.
No es descabellada la idea de crear levaduras capaces de segregar los componentes que forman el perfil nutricional de la leche. Para ello, a las levaduras se las modifica genéticamente y se les administran los azúcares o componentes nutritivos necesarios. Estos se administran en un biorreactor donde se cultivan dichas levaduras. Del biorreactor se extraen los componentes modificados por las levaduras y se mezclan para obtener la leche sintética. Esto permite crear leches con las concentraciones y perfiles que necesitemos. Además, la producción sería más barata, rápida y sencilla que la empleada en la ganadería tradicional. Por si fuera poco, también acabaríamos con los mismos problemas de los que hablábamos cuando describíamos la carne sintética. Pero todavía hay más.
Imagen: Un Biorreactor. Fuente: Wikimedia.
Desde huevos a combustible, todo en un biorreactor
Los biorreactores son sistemas controlados de producción. Consisten en cámaras especiales y estancas donde se suministran un sustrato y los componentes necesarios para que los microorganismos sobrevivan. Además, también se proporcionan ciertas sustancias con las que las células producirán una sustancia concreta, transformándola. En los biorreactores se controlan todas las fases y las concentraciones de manera que puede obtenerse como producto secundario ciertas sustancias a partir de sus predecesores. La "máquina" que modifica las sustancias es el microorganismo, normalmente una levadura o bacteria que ha sido modificada con las instrucciones genéticas para hacer este cambio gracias a su propia maquinaria celular. Una vez alcanzada la concentración de la sustancia, estos biorreactores permiten sacarla, concentrarla y filtrarla para su uso. Pero lo mejor de todo es que la capacidad de los microorganismos para sintetizar sustancias es increíble.
Los investigadores creen posible poder crear huevos sintéticos utilizando el mismo proceso |
Al igual que ocurre con la leche, los investigadores creen posible poder crear huevos sintéticos utilizando el mismo proceso. Pero no es la única sustancia. Hace ya tiempo que se emplean los biorreactores de diesel biológico y otros biocombustibles. También se utilizan extensamente a las levaduras para producir todo tipo de fármacos, como la insulina, hormonas varias o componentes químicos empleados para la síntesis de otras medicinas. Seda, caucho, polímeros varios, así como alimentos, enzimas, pegamentos, anticongelantes, proteínas... casi cualquier cosa puede salir de un biorreactor. Un hecho que trae importantes promesas para el futuro cercano. Un futuro más limpio y sostenible gracias a la biotecnología.