Fig.: Telescopio MAGIC en el Roque de los Muchachos. Fuente: Wikimedia

 

Veintitrés metros de espejos situados sobre una mole intrincada de más de 100 toneladas de hierro bajo un cielo despejado. Así será el prototipo LST1. Pero decir esto es hacer poca justicia a su verdadera naturaleza. El proyecto CTA o Cherenkov Telescope Array persigue la construcción de un enorme detector de rayos gamma de muy alta energía. Dos grandes redes de telescopios constituirán el mayor detector de rayos gamma del mundo. El representante sito en el hemisferio norte descansará bajo el limpio cielo de La Palma. Y todo está listo para su construcción.

 

Una nueva red de telescopios

En las inmediaciones de la residencia del Instituto de Astrofísica de Canarias, cerca de los dos telescopios MAGIC, ya está lista la primera plataforma de construcción. Sólo faltan unos meses para que el mayor de los telescopios Cherenkov del hemisferio norte, el prototipo LST 1, comience su construcción. Las primeras piezas ya están llegando. Sólo hace falta que el Ayuntamiento de la Villa otorgue la licencia de construcción, cosa que se espera pronto. Si todo va bien, a finales de marzo el proyecto continuará con la fase de construcción.

 

El LST 1 será el primero de la red de telescopios Cherenkov que se van a instalar por toda la zona. El prototipo servirá para validar los telescopios de gran formato. En su conjunto, la CTA será una nueva gran infraestructura científica en la que participan más de treinta países y unos 1.500 científicos e ingenieros. Hasta un kilómetro cuadrado de superficie será cubierto por la red en la que se combinan varios tipos de telescopios Cherenkov. En su conjunto, y en colaboración con la red dispuesta en el hemisferio sur, este será el inicio del telescopio de rayos gamma de alta energía más importante del mundo.

 

Radiación de Cherenkov en un reactor. Fuente: Wikimedia

 

El universo a la velocidad de la luz

 

En 1958, Pável Cherenkov recibió el premio Nobel por un descubrimiento extraordinario: la luz emite una radiación de tipo electromagnético bajo el paso de partículas cargadas eléctricamente en un medio a velocidades superiores a las de la luz en él. Efectivamente, la luz puede ser superada en su velocidad, lo que depende del medio donde viaja. La radiación Cherenkov es un tipo de onda de choque que produce el famoso brillo azulado característico de los reactores nucleares. Pero este fenómeno también se relaciona con la observación de los cielos.

 

Cuando las partículas de alta energía procedentes de fenómenos estelares muy violentos llegan hasta nuestra atmósfera producen un fenómeno llamado "luz de Cherenkov". Este se produce, básicamente, por el efecto Cherenkov. Pero es muy efímero y difícil de observar. Por eso necesitamos telescopios especiales, capaces de observar todo el firmamento en busca de estos pequeñísimos y rapidísimos destellos. Desde las explosiones de supernovas, pasando por los púlsares o los agujeros negros, todos estos violento eventos estelares se observan con este tipo de telescopios. Y es que necesitamos poder medirlos con más precisión para poder desentrañar sus misterios.

 

Pero el Roque de los Muchachos ya cuenta desde hace tiempo con telescopios Cherenkov. Con diecisiete metros de diámetro, las 60 toneladas del anterior telescopio ha ayudado a confirmar cientos de hipótesis sobre las partículas cósmicas. Pero no tiene nada que hacer en comparación con la CTA, mucho más precisa y efectiva cazando partículas efímeras del universo. Gracias a ella, probablemente, seremos capaces de entender mejor cosas tan extrañas asombrosas como las explosiones estelares o los agujeros supermasivos.

 

La Palma, un lugar único para observar el cielo

La primera fuente de rayos gamma de alta energía que se descubrió fue la de la Nebulosa del Cangrejo, situada a unos 6300 años luz de la Tierra. Desde entonces, cada vez son más los detalles que vamos revelando sobre el universo. Cada segundo, miles de rayos gamma atraviesan nuestra atmósfera creando una reacción en cascada donde aparecen todo tipo partículas (materia y antimateria) que viaja a velocidades más rápidas que la luz en la atmósfera. Esto provoca los destellos conocidos como luz Cherenkov. Nosotros no podemos ver directamente esta luz, de color azul, porque es demasiado tenue y dura entorno a una millonésima parte de una milésima de segundo. Pero los telescopios Cherenkov, sí gracias a gran tamaño y cámaras muy rápidas.

 

Pero, a pesar de la tecnología, a veces el cielo es clave. Por ello, La Palma tiene el honor de albergar estas instalaciones, "una oportunidad científica extraordinaria", como decía Rafael Rebolo, director del Instituto de Astrofísica de Canarias y presidente de la delegación española en la pasada votación. De los catorce países participantes, España fue la elegida. Y cómo no, el lugar indicado fue la eminente isla de La Palma, un lugar único en el mundo por su situación especia, su cielo límpido y la poca contaminación lumínica a la que está sometido. Gracias a su cielo, el Roque de los Muchachos seguirá siendo uno de los puntos más importantes para observar el universo y sus más extraordinarios fenómenos.