¿Puede un museo ser, además, una obra que protege al medio ambiente? El Museo Atlántico de Jason deCaires Taylor en Lanzarote, pretende convertirse en una obra subacuática a la par que un lugar que permitirá a los arrecifes de corales recuperarse.
Las aguas que rodean a las Islas Canarias son un vergel de vida increíble. Un paraíso para la biodiversidad única del mar Atlántico. Por eso mismo hay que cuidarlas. Ese es el objetivo del nuevo Museo Atlántico, que tras dos años de trabajo ha "abierto" por fin sus puertas al público. Pero no nos engañemos. La creación de Jason deCaires Taylor no es un museo de arte al uso. Su proyecto se encuentra a varios metros bajo el agua. Y para poder visitarlo, hace falta una botella de oxígeno y a un instructor de buceo. Ambos requisitos que encajan a la perfección con una obra que se convertirá, poco a poco, en un refugio marino.
Y así abrió sus puertas un museo bajo el mar
"Éste es el primero en Europa y el tercero en el mundo" |
Recientemente, el propio Jason deCaires Taylor cortaba una cinta simbólica bajo el mar. Un cinta que abría el paso a la serie de esculturas que conforman el Museo Atlántico. Éste es el primero en Europa y el tercero en el mundo. Pero, ¿en qué consiste? La obra de Taylor está formada por diversas esculturas de diversa naturaleza bajo las aguas de Lanzarote. El parque tiene unos 2.500 metros cuadrados y puede visitarse tanto con barco y mediante snorkel como mediante un tour subacuático.
Más de 200 figuras componen la colección del Museo Atlántico, que se encuentra a unos doce metros de profundidad. Las figuras, muchas de ellas a tamaño real, representan varias escenas con personas y objetos cotidianos, muchas de las cuales son bastante reivindicativas. Desde una crítica al abuso tecnológico hasta la reflexión sobre la biodiversidad, las esculturas de Taylor situadas en fondo marino invitan a reflexionar sobre nuestra vida en un entorno muy especial, lo que refuerza el sentimiento que generan.
Este artista ya tiene experiencia en este tipo de museos, habiendo abierto otros dos en Latinoamérica, en Grenada y en las costas de Cancún. Para poder visitar el museo se puede solicitar a través de las redes sociales o dirigiéndonos a Playa Blanca, en Lanzarote, cerca del lugar donde se sitúa este museo submarino.
Hybrid forest. Fuente Jason deCaires Taylor
¿Arte o conservación?
"Las esculturas lejos de contaminar el medio ambiente, sirven como anclaje en los suelos devastados por los temporales" |
Aunque pudiera parecer lo contrario, una de las cosas más importantes del Museo Atlántico es su finalidad ecológica. Y es que las esculturas de Taylor, lejos de contaminar o ensuciar el medio ambiente, sirven como anclaje en los suelos devastados por los temporales. Estas figuras están hechas con un hormigón especial con pH neutro y agujereadas a propósito para crear más superficie donde se podrán agarrar corales y otras especies. Los suelos marinos sin roca ni agarre suelen ser pobres en biodiversidad.
Hacen falta estructuras duras donde las larvas de diversos animales y semillas de fanerógamas marinas puedan proliferar. Al crecer, estos irán generando arrecifes que permitirán que otras especies se adhieran al sustrato, creando lugares de refugio para nuevas especies. Los arrecifes de coral son los lugares más prolíficos del mar en cuanto a biodiversidad y son extremadamente delicados.
Para poder crear estatuas "ecológicamente correctas", Jason deCaires Taylor ha trabajado durante años con biólogos marinos tanto en los materiales como en el diseño de las esculturas para maximizar el efecto beneficioso en el medio ambiente. Las figuras fueron puestas en puntos estratégicos protegidas de corrientes y tratando de recuperar zonas dañadas por los temporales. Además, su colocación se realizó coincidiendo con el periodo de desove de los corales, de manera que durante el proyecto, que ha tardado varios años en culminarse, ha tratado de maximizar la regeneración de los arrecifes.
La Balsa de Lampedusa.Fuente Jason deCaires Taylor
El arte de regenerar los arrecifes
El trabajo de Taylor **no es el primero en el mundo en tratar de regenerar los corales **mediante el uso de estructuras artificiales. Algunos de los proyectos más impresionantes se han puesto en marcha en ciudades como Nueva York, cuyos viejos vagones de metro, limpios y descontaminados, sirven ahora como refugio marino. Algunas empresas, incluso, trabajan diseñando materiales especiales para ayudar a la regeneración de los arrecifes coralinos.
"Cosas como el calentamiento global, la sobreexplotación marina, el poco cuidado o el vertido descontrolado pueden producir la muerte de estos sensibles animales" |
Los arrecifes son importantísimos en la dinámica costera ya que protegen las playas y a la fauna que habita los fondos. Sin los arrecifes, poco a poco, el mar se va convirtiendo en un desierto yermo donde solo algunas especies especializadas en este tipo de fondos pueden sobrevivir. Los arrecifes también afectan a la calidad de las aguas e, incluso, a la existencia de playas, que si no se encuentran protegidas por esta barrera natural, pueden acabar arrastradas y sin arena.
Muchos de los arrecifes más importantes del mundo se encuentran actualmente en un proceso de regresión conocido como blanqueamiento. La temperatura o la contaminación afectan rápidamente a los corales que, al morir, pierden el color y desaparecen poco a poco, dejando el suelo descubierto. Cosas como el calentamiento global, la sobreexplotación marina, el poco cuidado o el vertido descontrolado pueden producir la muerte de estos sensibles animales. Gracias a proyectos como el Museo Atlántico se aborda el problema desde dos puntos muy importantes: actuando para remediar el daño; y concienciando a la gente con acciones culturales que permite un acercamiento al problema. Por eso, con este proyecto, el artista ha puesto a la Islas a la cabeza de la conservación de los arrecifes de coral en muchos sentidos.
Silent Evolution. Fuente Jason deCaires Taylor
Más sobre este tema