Gracias a la colaboración del Gran Telescopio de Canarias, la Academia China de las Ciencias ha conseguido desvelar los secretos de uno de los objetos más misteriosos encontrados hasta la fecha: el microcuásar M81 ULS-1.

 

Cuando los datos llegaron a China en 2010 todavía era pronto para alegrarse. Sin embargo, tras cinco años de trabajo, y gracias al Gran Telescopio de Canarias, la información se confirmaba: la Academia China de Ciencias acababa de encontrar un microcuásar muy especial. El M81 ULS-1, que así se llama, tiene unas propiedades que lo hacen distinto a lo que los astrónomos suelen ver. ¿Por qué? Es el segundo de su tipo. En toda la historia de la astronomía moderna, hasta la fecha, solo se han detectado dos como este. ¿Qué es un microcuásar y qué lo hace tan especial?

Una energía casi inimitable

Los microcuásares, como el M81 ULS-1 son objetos estelares parecidos a sus hermanos mayores, los cuásares, pero a mucha menor escala. Los cuásares, al contrario que los anteriores, son unas entidades increíbles, muy, muy, muy alejadas de nuestro pequeño planeta. Pero tan sumamente energéticas que hasta aquí nos llegan sus señales. Estas se observan en forma de dos grandes chorros de energía, expedidos a la velocidad de la luz. Estos son los llamados "jets relativistas" que hace referencia al chorro y a sus características, respectivamente.

"Los cuásares son unas entidades increíbles, muy alejadas de nuestro pequeño planeta. Pero tan sumamente energéticas que hasta aquí nos llegan sus señales."

Solo algunos eventos como las supernovas o los brotes de rayos gamma, hablando de forma comparativa. Según explican los expertos, un cuásar es capaz de emitir la misma luz que un billón de soles. Los cuásares en sí mismo podrían estar formados por gigantescos discos de acreción rodeando a un enorme agujero negro supermasivo. Sin embargo, muchos son los misterios que rodean a estos colosos galácticos.

Por el contrario, los microcuásares parecen una pequeña versión de los mismos ya que también poseen dos jets energéticos que nos llegan en forma de ondas de radio. Al contrario que los colosales cuásares, los microcuásares parecen estar formados por una estrella de rayos X, muy masiva, que orbita en torno a un objeto "compacto", aún más masivo (pero infinitamente menos que sus "primos" mayores) y con un disco de acreción.

 

 

Esquema de un cuásar. Fuente: Wikimedia

Así funciona un microcuásar

Como si fuera un juguete a escala, pero con un mecanismo completamente distinto, los microcuásares se comportan de una forma parecida a los cuásares. Algunos de los mecanismos, sin embargo, son prácticamente idénticos. Entre ellos, especialmente, los que conciernen a los jets de energía. Estos evolucionan en cuestión de siglos en los cuásares. Sin embargo, en los microcuásares, los mismos fenómenos ocurren en cuestión de días. Por ello, encontrar una rareza como M81 ULS-1 es toda una proeza digna de mención.

"Como si fuera un juguete a escala, pero con un mecanismo completamente distinto, los microcuásares se comportan de una forma parecida a los cuásares"

Ahora, lo que se está haciendo es usar los datos del GTC para descifrar si el microcuásar M81 ULS-1 está formado por una estrella que orbita alrededor de una enana blanca o de un agujero negro intermedio. El primero de este tipo, el SS433, una estrella de la vía láctea que orbita un agujero negro al que transfiere masa y del cual surgen los jets energéticos. Sin embargo, M81 ULS-1 supone todavía un misterio ya que la combinación de patrones que este objeto transmite no termina de encajar con lo observado en SS433 ni tampoco con lo que sabemos sobre enanas blancas o agujeros negros.

 

 

Un hallazgo muy especial

Según señalan los descubridores de M81 ULS-1, éste es un microcuásar especial. ¿Por qué? Veamos, mientras que los rayos de los microcuásares conocidos tienen unas propiedades características, como que emiten rayos X por encima de 1.000 electronvoltios (y que se conocen como duros), y que su límite de acreción se encuentra por debajo del denominado límite de Eddington, entre otras cosas. Eso quiere decir que, si los descubridores están en lo correcto, M81 ULS-1 tendría un tipo de agujero negro que hasta ahora solo ha sido fuente de especulaciones y que nunca antes se ha descubierto.

"Si están en lo correcto, M81 ULS-1 tendría un tipo de agujero negro que hasta ahora solo ha sido fuente de especulaciones"

Este tipo de agujeros negros son denominados, a falta de un nombre mejor, como agujeros negros "supercretantes", por su disco de acreción. Y su descubrimiento se lo deben los investigadores a una misteriosa "línea" que apareció en las mediciones y que ha sido un quebradero de cabeza desde 2010 hasta la fecha. Ahora, dicha línea en el espectro, que corresponde a la manifestación de ciertas características físicas, corresponde al hidrógeno. Así lo han constatado los investigadores, quienes identifican esta línea H-alfa desplazada hacia el azul gracias a los datos obtenidos por el GTC.

Unos datos obtenidos probablemente en uno de los mejores cielos todo nuestro pequeño planeta. Y gracias a los cuales hemos hallado otro misterio más con el que tratar de develar aún más secretos de este enorme universo que nos rodea.

Cuásar (Fuente: Wikimedia)

 

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